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Lección de Rafel Nadal, incluso en la derrota

Hay que ser muy fuerte y muy valiente para afrontar con la sinceridad y entereza que Rafel Nadal afrontó, el pasado jueves, la conferencia de prensa tras ser eliminado del Godó. Hay que ser muy fuerte, muy valiente, tener la cabeza muy bien amueblada y haber ganado mucho para expresarse con la sinceridad con la que se expresó el mallorquín. Hay que ser, seguir siendo, estar en camino de volver a ser, uno de los mejores del mundo para reconocer, casi entre sollozos (le faltó muy poco, poquito, para soltar una lagrimita de desolación), que no acaba de salir del pozo en el que le metieron las lesiones.

Para Nadal es demasiado fácil la explicación que le estamos dando todos a su bache: es un tenista tan físico, ha forzado tanto, tanto, su cuerpo, que la edad le está pasando factura. Esa, con ser cierta en parte, es una explicación que a Nadal no le vale. Porque Nadal fue educado por su tío Toni en el reconocimiento de sus errores, en aprender y saber por qué pierde, en no buscar excusas. Y cuando uno, por más campeón que sea, es educado en la verdad, en la sinceridad y, sobre todo, en el sacrificio de no mirar a nadie para resolver sus dudas, protagoniza conferencias de prensa tan emocionadas, emocionantes y sinceras con la que protagonizó el manacorí en el RCT Barcelona.

Nadie sabe si Nadal volverá a ser, pronto o tarde, el mejor. No falta mucho para Roland Garros donde siempre ha sido el rey, pero Nadal no ha cogido aún el ritmo que le podría convertir, de nuevo, como siempre, en el principal favorito. En esa sensible, vibrante y sincera conferencia de prensa, jamás protagonizada por deportista alguno (¿qué día veremos a cualquiera de las estrellas del fútbol expresándose con semejante sinceridad?), Nadal descartó el famoso argumento de la ansiedad al igual que destrozó las tesis sobre su nueva raqueta. "La raqueta no gana y pierde partidos, solo tengo agradecimiento hacia mi marca que intenta ayudarme siempre con las modificaciones que yo le sugiero". Pero Rafel sí dijo una frase lapidaria: "Si no haces, te hacen". Es decir, todo está en mis manos, que siguen siendo las mejores del mundo, sí.

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