El ciclista catalán Joaquim Rodríguez (Katusha) será la principal baza española para optar a la victoria en la 97 edición del Giro de Italia, que dará comienzo en una fecha y lugar inusual, este viernes 9 de mayo y en la ciudad irlandesa de Belfast, aunque habrá una buena nómina de rivales de corte muy parecido y encabezados por el colombiano Nairo Quintana (Movistar) en una carrera que, como es habitual, presentará un montañoso recorrido.

El Museo del Titanic será el escenario de donde salga la 'corsa rosa', primera 'grande' del año, con una contrarreloj por equipos, con la que los organizadores pretenden que la emoción y las diferencias entre los favoritos cojan rápidamente el protagonismo.

Con un diseño atractivo y con la montaña como protagonista, se rendirá homenaje a Marco Pantani en el décimo aniversario de su muerte, por lo que habrá una jornada por donde solía entrenar el 'Pirata', durante la octava etapa entre Foligno y Montecupiolo, y dos más donde el de Cesena dejó bellas estampas ciclistas: los finales en Oropa y Montecampione.

Bajo un recorrido equilibrado, Joaquim Rodríguez tratará de volver a ser protagonista en una gran carrera por semanas, con la esperanza de poder sumar por fin un triunfo después de haber estado ya en el podio de todas las 'grandes'. Pese a no haber sobresalido en las 'clásicas' primaverales que tanto le gustan, en el bolsillo ya tiene la Volta, donde pudo con Alberto Contador.

El gerundense sabe de sus opciones en un Giro donde ya ha brillado, sobre todo hace dos años cuando perdió la victoria final en la última contrarreloj ante el canadiense Ryder Hesjedal. Con ese ánimo de revancha, y avalado por su podio en el Tour de Francia de 2013 con todos los grandes nombres de la actualidad ciclista en la carrera, el de Paret del Vallés, también cuarto en 2011, será un claro aspirante a estar en el podio.

El español sería seguramente el gran rival a batir si no estuviese en la 'corsa rosa' el colombiano Nairo Quintana, señalado por todos como el principal favorito, después de lo que demostró en el último Tour de Francia donde fue el que más daño hizo a Chris Froome y logró finalizar por detrás del británico y por delante de 'Purito' y de Alberto Contador.

El ciclista sudamericano ha sido elegido para esta carrera en detrimento del Tour, aún es joven (24 años), pero sus prestaciones cuando la carretera se empina le hacen asumir los galones para mandar en una prueba que siempre mira hacia arriba. Además, como demostró en la Vuelta al País Vasco de 2013, puede rendir a un buen nivel en la lucha contra el crono y eso le hace tomar ventaja sobre el resto.

Después de estos dos nombres, estarían los del colombiano Rigoberto Urán (Omega Pharma-Quick Step), segundo el año pasado tras el italiano Vincenzo Nibali, y el veterano Cadel Evans (BMC), tercero en 2013 y que aunque está lejos del nivel que tuvo cuando ganó el Tour en 2011, su carácter competitivo y su buen nivel en la crono le hacen ser peligroso.

Sin el 'Tiburón', las esperanzas de los italianos, los grandes dominadores de la carrera, recaerán en otro veterano como Iván Basso (Cannondale), doble ganador (2006 y 2010), en Michele Scarponi (Astana), vencedor en 2011, o en el explosivo Domenico Pozzovivo (Ag2r-La Mondiale).

Los dolomitas en la semana final

Todos ellos comenzarán a dirimir su 'batalla' desde el mismo inicio, con una crono por equipos de más de 20 kilómetros, donde todos intentarán minimizar cualquier daño. Por suelo irlandés, donde la clave estará en evitar caídas, estará el pelotón dos días más, poniendo fin a su estancia en Dublín.

Esta salida al exterior provocará que el pelotón tenga un primer tempranero día de descanso, tras el cual se aterrizará ya en suelo italiano. Las primeras jornadas serán en un terreno de media montaña y más propicio para los velocistas, aunque destaca el final en Montecassino, de los que le gusta a 'Purito'.

Será en la segunda semana cuando empiece a jugarse de verdad el triunfo. Así, en la duodécima etapa, los corredores afrontarán una contrarreloj individual de casi 42 kilómetros entre Barbaresco y Barolo, preludio de la llegada de la alta montaña con las dos llegadas en alto consecutivas con recuerdo al 'Pirata', que darán paso a un tercer y último día de descanso.

La tercera semana de la 97 edición del Giro será la del protagonismo de los Dolomitas, con el final en Val Martello/Marteltall, repetición de la de 2013 y que sufrió la cancelación por la nieve de los pasos por los 'gigantes' Gavia y Stelvio. Dos días después llegarán tres citas claves con otra llegada en alto en el Rifugio Panarotta, una cronoescalada de más de 26 kilómetros y el final en el Monte Zoncolan, previo al final del 1 de junio en Trieste y que puede decidir el podio final.