La progresión de Luis Salom (Palma, 1991) da para una de esas películas americanas con un buen final, aunque no fuera feliz del todo. No consiguió el sueño de ser campeón del mundo, al menos de momento, pero sí que se ha ganado el reconocimiento internacional por su sensacional temporada en Moto3.

Su popularidad se ha multiplicado por mil en los últimos meses y, el pasado fin de semana durante el Gran Premio de la Comunitat Valenciana, sin ir más lejos, no podía caminar sin recibir decenas de peticiones para fotografíarse o rubricar autógrafos. Y los medios de comunicación, también de fuera de España, le reclaman. Y fuera de este ambiente ya empieza a ser identificado, como ya le sucedió en el aeropuerto de Manises o cuando va a un bar cualquiera. El tercer clasificado en el Mundial se marcha hoy a Jerez para subirse a su nueva Moto2, con el equipo Tuenti HP 40, cargado de ilusión y de ambición. De eso va sobrado.

Su historia refleja la trayectoria de alguien que ha tenido que dar muchos pasos para llegar a la elite. Con los focos alejados ha sabido trabajar para ahora ser admirado por su valentía y talento en las carreras. Hijo y nieto de ´moteros´, ha vivido siempre rodeado de motos ya que su familia es bien conocida en el mundo de las dos ruedas en Mallorca. Quizá por eso al pequeño Luis le apasionó la velocidad casi desde que tiene uso de razón. Con solo ocho años, ya se proclamó campeón de Balears de Supermotard 50cc. Los que le conocieron entonces resaltan que ya destacaba por su descaro. En ese momento conoció lo que era subirse a lo más alto del podio, una sensación que no quiere dejar de sentir jamás. En el año 2000 disputó el Regional de Velocidad en 80cc y entre 2001-2003 compitió en la Cuna de Campeones Bancaja Aprilia, quizá una de las claves para su posterior despegue.

?En 2004 se proclamó subcampeón de Balears de Velocidad 80cc, pero quería más. Y lo consiguió porque al año siguiente se alzó con el cetro en 125cc y fue cuarto en el Criterium Derbi, con dos victorias. Sus salidas a la Península para competir con pilotos de más nivel y con mejores motos ya eran habituales. En ese tiempo repitió título regional en 125cc y participó en el Campeonato de España (CEV). En 2007 fue séptimo en el CEV y cuarto en la Red Bull Rookies Cup, competición en la que cuajó buenas actuaciones, conquistando el triunfo en Assen, un circuito fetiche en su carrera, y una segunda plaza en Jerez.

En 2008 fue subcampeón, ganando cuatro pruebas, solo por detrás de Efrén Vázquez, que no ha mantenido la misma progresión que el palmesano en Moto3. Ese fue el prólogo de su inicio como piloto oficial en el Mundial. Antes de eso recibió una invitación -´wild card´- de la organización del Campeonato del Mundo y participó en las carreras disputadas en España. En Jerez finalizó en el puesto 23 y en Montmeló no se clasificó. Fue en Assen, su trazado talismán, donde hizo su debut ´profesional´ el 27 de junio de 2009 tras reclutarle el equipo ´Jack&Jones´ como sustituto del italiano Simone Corsi. Tres semanas después, el 19 de julio, logró sus primeros puntos en Sachsenring.

?En 2009 Salom disputó un total de 12 carreras y sumó 21 puntos para clasificarse vigesimosegundo en la general del Mundial de 125cc. A partir de ahí su escalada fue imparable. En 2010 empezó con el equipo Lambretta, aunque después se marchó al Stipa-Molenaar Racing. Disputó dieciséis carreras y sumó setenta y dos puntos, duodécimo en el Campeonato. En 2011 elevó su protagonismo con la octava posición final, alcanzando los 116 puntos, aunque ya subió dos veces al podio -Assen y Phillip Island-. Con el RW Racing, en 2012, explotó definitivamente con una moto inferior a las de sus grandes rivales. Ganó en Indianápolis y Aragón, pero lo mejor es que se proclamó subcampeón de la categoría pequeña.

?El Red Bull KTM Ajo se fijó en el de sa Indioteria. Y acertó. Sus siete victorias, más que nadie, y doce podios lo explican todo. Es un gran estratega, sabe leer las carreras y tiene arrojo. Se cayó en Cheste, cierto, pero ya se ha levantado.