Rafel Nadal se clasificó por segunda vez en su carrera para la final de la Copa de Maestros de tenis, que se disputa en Londres, al imponerse al suizo Roger Federer por 7-5 y 6-3, en una hora y 19 minutos.

El número uno del mundo se medirá hoy lunes al serbio Novak Djokovic, que ayer se deshizo del también suizo Stanislas Wawrinka. Será a partir de las 21:00 horas (se podrá ver por Teledeporte) en la pista instalada en el moderno O2 Arena de la capital británica.

Nadal disputará su segunda final en el torneo que reúne a los ocho mejores del ránking al término de cada temporada -perdió ante Federer en 2010-, mientras que el suizo quedó eliminado de un campeonato que ha conquistado en seis ocasiones, más que ningún otro tenista.

El mallorquín, de 27 años y que hasta ayer nunca había batido al suizo en una pista cubierta, saltaba al tapete azul de Londres descansado tras el encuentro del viernes ante el checo Tomas Berdych, y motivado para cerrar con honores una temporada brillante en la que ha vuelto a ser el primer tenista del mundo después de siete meses de baja por su lesión de rodilla. La ATP le entregó esta semana el trofeo de número uno en 2013 y el de Mejor Regreso del Año, pero Nadal no tiene suficiente y apunta a la Copa de Maestros para redondear su currículum.

Sobre el papel, a Federer le favorecía la pista rápida de Londres, pero ayer Nadal salió a la pista convencido de poder batirle. El mallorquín no cedió un solo punto con su servicio hasta el sexto juego. Entonces apareció por primera vez el verdadero Federer, que puso contra las cuerdas al manacorí con tres bolas de rotura que Nadal salvó con solvencia.

El manacorí castiga al suizo

El suizo, que no había sufrido hasta entonces al servicio, comenzó a ver cómo el número uno empezaba a estar inmunizado contra sus ataques y castigaba sus intentos de subir a la red. Nadal fabricó dos opciones de rotura y aprovechó la primera.

Pero el helvético, capaz de sacarse golpes brillantes que descolocaban a Nadal, sufría al mismo tiempo demasiados altibajos, lo que permitió al manacorí llevarse el primer set antes del tercer cuarto de hora de partido.

No habían pasado más de veinte minutos del segundo set cuando el tenista suizo estrelló en la red una bola que permitió a Nadal adquirir ventaja (3-2). Federer fallaba demasiados golpes poco comprometidos como para poner en apuros al mallorquín, que con la confianza de verse a pocos pasos de la final, cerró el duelo con inusual rapidez.