Roger Federer admitió ayer que se siente más cómodo no partiendo como favorito de cara al partido de hoy contra Rafel Nadal. "Tengo que saltar a la pista con la mentalidad adecuada. Quizás jugar con menos presión que en los últimos encuentros contra él", apuntó el número siete del ránking, que ha perdido los últimos tres duelos ante el mallorquín, en Cincinnati, Roma e Indian Wells. Federer dijo que prefiere verse a sí mismo como el contrincante más débil "debido a las circunstancias y a cómo ha ido el año": "Quizás esa libertad es lo que necesito para dar un poco más mañana (por hoy)", indicó el suizo. "Ya veo la luz al final del túnel. Solo quedan dos partidos más y ya está. La temporada se habrá acabado para mí". A sus 32 años, Roger Federer aspira a ganar su séptima Copa de Maestros al término de una de las temporadas más grises de su carrera, en la que hasta la fecha tan solo ha levantado un trofeo (Halle).