El Mallorca B sigue en racha. Con el técnico del primer equipo Joaquín Caparrós como testigo de excepción, los rojillos vencieron y convencieron frente a otro filial, el Valencia Mestalla. Y todo ello, en el marco de un partido de los que gustan a los espectadores, pero disgustan a los técnicos. Y en el caso de ayer, más si cabe. Por un lado, el filial che, porque pese a marcar tres goles como visitante, se vuelve de vacío hacia tierras valencianas. Y por el otro, el Mallorca B. Miquel Soler, pese al triunfo, no debe estar contento porque su equipo haya encajado dos goles ni por el hecho de que a los 18 minutos de partido su equipo ya fuese perdiendo por 0-2.

Y es que el conjunto che sorprendió de salida a los locales. Sus dos primeras llegadas acabaron en gol. El primero, obra de Adrián Cuevas tras preciso centro de su compañero Armiche desde la banda derecha. Y el segundo, obra de Cristian tras superar a su marcador y cruzar el esférico fuera del alcance de Yeray parecía que enterraba en el lodo de la derrota al filial rojillo. Pero ello no fue así, ya que en apenas cuatro minutos - los que van del treinta y seis al cuarenta - el defensa Company y el delantero Abdón igualaban el marcador. Para ello, contaron con la inestimable colaboración del portero valencianista Adrián, el cual no estuvo nada afortunado en ambos tantos transformados por parte del equipo local. De esta forma, se llegó al tiempo de descanso con la igualada en el marcador de un partido que se había puesto muy cuesta arriba para los rojillos. Tras la reanudación, el conjunto de Miquel Soler salió dispuesto a resolver el partido por la vía rápida. Y así fue. De nuevo Abdón, que contó de nuevo con la inestimable colaboración del cancebero valenciano Iván, lograba con la testa el 3-2. Pese a la debilidad mostrada en defensa por parte de los de Mestalla, en ataque seguían despiertos. Y buena prueba de ello fue el gol de Cristian, el cual se aprovechó de un barullo dentro del área rojilla. De esta forma, igualaba el partido y ponía un halo de esperanza al conjunto valencianista. Pero dos minutos más tarde, Flores, tras una jugada embarullada dentro del área visitante, marcaria el gol que finalmente supuso los tres puntos y por ende la cuarta plaza de la clasificación para un Mallorca B que va de forma clara a más, y que de la mano de Miquel Soler está sorprendiendo a propios y extraños, con un fútbol vistoso por momentos y con una capacidad de sacrificio por parte de los futuribles del primer equipo que como poco habrá encandilado a Joaquín Caparrós, que en apenas una sema na se le ha visto más en un partido del filial que en toda la etapa anterior de Michael Laudrup.