"Es un portero experto, con nombre y una largo camino recorrido y que viene a sumar un punto de competitividad a la calidad que ya tenemos". Así definió ayer Llorenç Serra Ferrer a su segundo fichaje de la temporada, Juan Calatayud. Un portero que aterriza en Mallorca bajo el ´síndrome Aouate´. Porque de eso se trata. De saber si podrá ganarle el puesto a un guardameta que desde enero de 2009 defiende la portería bermellona con una extraordinaria solvencia. Y eso, pese a que en el último tramo de la pasada temporada se contagió del bajón que afectó a todo el equipo.

Germán Lux no obtuvo el premio de la renovación, pese a que aguantó estoicamente varias temporadas a la sombra de Miquel Àngel Moyà, primero, y del israelí después. Serra Ferrer quería a un portero que se lo pusiera difícil a Aouate para que el israelí no cayera en la relajación. "Hemos mejorado en la portería", se le escapó al máximo accionista, aunque después puntualizó que no quería faltar al respeto a Lux. "Calatayud y Aouate son dos porteros contrastados, la portería es una de las posiciones que más tranquilo me deja", indicó el pobler.

Calatayud evitó el espinoso tema de la competencia con Aouate. "En mi contrato no hay una cláusula que me obligue a jugar una serie de partidos. Vengo con muchas ganas, vengo a sumar, hay un portero que está a un buen nivel, dijo el malagueño. "En el momento en que mi representante me aconsejó el Mallorca, no dudé en venir porque es un club muy serio y bien estructurado", sostuvo el guardameta, quien dijo que quería pasar página a "un año complicado en el Hércules", club con el que descendió a Segunda la pasada temporada.

Por otro lado, Serra Ferrer matizó que Castro, Ramis y Webó estén en venta, pese a que en los últimos días han reconocido este extremo Jaume Cladera y Utz Claassen. "Hemos tenido propuestas por estos jugadores. Otra cosa es que los vayamos a vender", indicó el vicepresidente.