El presidente del Real Mallorca, Jaume Cladera, no pudo esconder su decepción ayer al conocer la decisión de la magistrada. "Es una noticia muy triste porque nos hubiera gustado no perder este contencioso. Sobre todo por la ilusión de la afición, pero también porque supone perder una serie de ingresos por participar en Europa. Y porque de algún modo es penoso que nos hayan quitado la plaza de este modo", dijo el presidente bermellón. "En futuros consejos de administración decidiremos si seguimos con la demanda de pedir daños y perjuicios", añadió el presidente.