El Consejo de Administración del Mallorca decidió ayer reprobar la gestión del anterior consejero delegado, Javier Martí Asensio, "y personarse en el procedimiento judicial que se seguirá contra él tras las denuncias presentadas en el Juzgado de Instrucción número 10, para ejercitar las acciones que sean necesarias", según explicó Tomeu Vidal. Un abogado que continuará ejerciendo como presidente de la entidad y que sorprendentemente –se esperaba la comparecencia del dueño Mateu Alemany– fue el elegido ayer para informar de los acuerdos adoptados en la primera reunión del órgano en esta nueva etapa.

Esta fue la decisión más importante que ratificó el Consejo de Administración, ya que el nombramiento del propietario Mateu Alemany como consejero delegado era una mera formalidad, así como la entrada en el consejo del hasta ayer secretario del mismo Luis Huerta. Continúan, pese a entrar en el Consejo junto a Tomeu Vidal de la mano de la familia Martí Mingarro, Alex García y Maria Antònia García.

Antes del Consejo de Administración se celebró la Junta General de Accionistas, "una reunión informal", según indicó Vidal, en la que la nueva propiedad explicó los últimos acontecimientos y ofreció datos sobre la gestión de Martí Asensio.

Mateu Alemany también informó sobre la resolución del contrato de compraventa que le ha retornado la propiedad del Mallorca –vuelve a poseer el 93 por ciento de las acciones de la entidad–, así como de los trámites realizados. También aportó datos sobre las circunstancias de carácter económico. Según confirmó Vidal, ni en la Junta General de Accionistas ni en el Consejo de Administración se trató la posibilidad de convocar un concurso de acreedores.

Vidal recordó que el club "ha encargado una auditoría" para conocer la situación financiera y la gestión de los anteriores propietarios y evitó así pronunciarse sobre si se han encontrado más irregularidades en la contabilidad. Además, insistió en que existe un procedimiento judicial abierto. "No nos vamos a pronunciar", aseveró.