Vicenç Grande, en la imagen junto al presidente del Sevilla, José María del Nido, sufrió de lo lindo hasta que el árbitro no señaló el final del partido y celebrar el punto conquistado como si de una victoria se tratara. El máximo mandatario mallorquinista pasó de la alegría del gol de Víctor a la doble decepción, con la consiguiente preocupación, de la expulsión de Navarro y el gol del sevillista Kepa. Foto: Sebastià Adrover.