El nuevo entrenador mallorquinista, Benito Floro, no vivirá una pretemporada diferente a la que han sufrido sus antecesores, ya que los refuerzos que ha solicitado le van a ir llegando a medida que avance el verano, con lo que tendrá que ir armando su bloque con los jugadores justos.

Si al portugués Jaime Pacheco le completaron la plantilla mientras jugaba el primer partido de Liga en Santander, a Floro todo apunta a que le sucederá algo similar. Su aterrizaje en el Mallorca conllevó una reunión con el secretario técnico, Pep Bonet, con el que intercambió los planes que seguirán en los próximos días. Todos coinciden en que a la plantilla deben llegar cuanto antes al menos cinco futbolistas que completen el ramillete de jugadores profesionales del primer equipo, cojo alarmantemente en algunas demarcaciones desde hace dos años. Y deben ser refuerzos importantes, de aquellos que rendirán desde el primer día y, en algunos casos, marcarán diferencias.

La prioridad absoluta es encontrar un creador de juego, un mediapunta, ubicación huérfana desde la marcha de Ibagaza. Su llegada debe ser la clave del proyecto, porque debe ser quien suministre balones de gol a la buena delantera que ya tiene el Mallorca -Perera, Delibasic y Bruggink marcaron 16 goles el año pasado-. Todo, lógicamente, a expensas de lo que suceda con Etoo. Si el 'crack' se marcha, el Mallorca se lanzará a la caza de un recambio de garantías.

Al margen del 'creador', Floro también ha solicitado hombres creativos y desbordantes por las bandas, una de las especialidades de su filosofía de juego.

Con los cinco refuerzos que deben llegar, Floro se dará por satisfecho, ya que tiene plena confianza en los jugadores de cantera, y cuando sea necesario tirará de ellos.