Manolo Bosch: "Es la mejor fiesta de fútbol base que se hace, con diferencia"

En todo acontecimiento importante la organización y coordinación se focaliza en un persona, que es la que todo pasa por ella para que todo salga bien, que no se produzcan errores, tarea complicada al tratarse de un multitudinario acto. En la Fiesta Campeones esa importante persona es el secretario general de la Federació de Futbol de les Illes Balears, Manolo Bosch. Este dirigente, que ha organizado las doce ediciones de esta entrega de trofeos, contó con un grupo de colaboradores de la territorial que se desvivió para que todo saliera bien una edición más.

"Esto es maravilloso, una pasada", dijo Manolo Bosch tras la multitudinaria entrega de trofeos en Son Moix. La presente edición tuvo escasas novedades con respecto a la anterior en la que se instauró dar premio al subcampeón de prebenjamines. "Seguimos con esta iniciativa que fue muy aplaudida. La intención es que cada año puedan recibir el mayor número de equipos un reconocimiento a su trabajo y labor a lo largo de toda la temporada. Además, hay ocasiones que hablamos de segundos que han quedado empatados con el primero o a escasos puntos de la primera plaza. No obstante, esto es muy complicado ya que aunque es un tema muy sencillo esto supone incrementar en 20 o más equipos la entrega de trofeos. Nos limita a hacer más cosas por el volumen que supone aumentar a los premiados, pero estamos muy satisfechos", manifestó, que estudia la manera de ampliar estos premios a otras categorías.

Sobre la fiesta, Bosch indicó que la organización fue perfecta. "La verdad es que ha sido un nuevo éxito. Está claro que es con gran diferencia la mejor fiesta del fútbol base que se hace. Estoy muy orgulloso de este evento. Es muy complicado poder hacerla mejor. Tenemos un grupo de voluntarios y así es muy fácil hacer las cosas. Tengo claro que sin ellos no podríamos hacer este tipo de eventos", opinó.

El directivo de la Balear destacó la satisfacción que supone en los organizadores ver la "sonrisa, ilusión y alegría" que tienen los niños cuando van a recibir el trofeo y cuando se van a hacer la foto. "En la Fiesta hay momentos irrepetibles que te llenan mucho. En estas categorías de cadete hacia abajo son maravillosas. Los que juegan lo hacen porque les apasiona y les gusta", comentó.

Por último, Manolo Bosch recalcó que este tipo de actos fomentan los valores. "Desde la federación es uno de los objetivos, que los niños y niñas aprendan valores que sin duda les servirán para su vida cotidiana y para el fútbol. Implicamos también a los familiares, personas claves en el desarrollo del futuro futbolista", finalizó.