Uno de los embriones y viveros más importantes de la vela en Balears está en el Club Nàutic s´Arenal. Allí se pretende que desde una corta edad, a los 3 años, los niños ya se puedan iniciar en este mundo y así se tome un primer contacto con el mar, las embarcaciones y los deportes náuticos en general, ya sea como un juego o una diversión. En el marco de este programa de promoción reúne diariamente la visita de colegios que acuden para "disfrutar y aprender" en una mañana divertida con deportes náuticos.
Esta promoción se basa principalmente en dos proposiciones, el bautismo en la vela y la jornada de iniciación ´Sail and Fun´. "Es una excelente oportunidad para que los alumnos tengan un primer contacto con cuatro modalidades de deporte náutico de una manera divertida. Los alumnos se dividen en grupos y van rotando y así prueban cada una de las modalidades propuestas. Hasta agosto tenemos lleno. Y eso dice mucho del gancho que tiene en estos momentos la vela en los niños de Mallorca", señala Richard Mulas, dirigente técnico del CN s´Arenal, que añade: "Nosotros apostamos por la formación desde una temprana edad. Empezamos con los niños de 3 años, con un grupo que se dice los Tofolets, 20 niños que van con monitores de tiempo libre. Practican natación, luego manual de navegación y después navegan con barcos colectivos. Es un bautismo náutico para chicos de 3 a 5 años".
Para Mulas la vela no está suficientemente valorada en Balears, ya que podría ser un referente y una potencia por las condiciones que registran las islas. "He querido que fuera una asignatura en la escuela, pero es muy complicado. Creo que como isla que somos y el buen clima del que generalmente disponemos, la vela debería ser un claro referente a nivel mundial", manifiesta.
Este directivo incide en que esta disciplina no está suficientemente valorada ni promocionada y no entiende cómo las instituciones públicas no la fomentan más con actuaciones de promoción para la base y grandes.
Además, no entiende por qué hay tan pocos adultos que practiquen la vela. "Hay muy pocos que la practiquen y me extraña mucho. Hace diez años que estoy aquí. Vengo del Mar del Norte y había más adultos que niños. Esto es muy importante, ya que son un referente para los niños que empiezan", dijo.
Con tres escuelas de vela -verano, invierno y colegios-, este club llega a contabilizar a más de mil niños en dos meses. "Con los colegios funcionamos con el boca a boca y tenemos lleno hasta agosto. Atendemos a más de cien niños por día. Tenemos el bautismo del mar; se elige poco porque es más aburrido ya que ofrecemos nociones básicas de navegación y la actividad se divide en dos cosas de una hora y media, teórica y práctica. No obstante, son actividades interesantes", indicó.
"La segunda opción es la que mayor éxito tiene: es windsurf, pádel surf, piragüismo y vela en barco colectivo. Hay mucha gente que no ha hecho alguna de estas actividades y ven que en tres horas harán cuatro actividades. Aprenden qué es cada modalidad. No son clases, pero sí tomas de contacto y así te llevas una buena impresión. Es una oportunidad única para los chicos de conocer deportes náuticos de manera divetida. En dos meses han pasado 1.200 niños", comenta.
Para Mulas, la vela tiene muchas particularidades positivas, además de ser divertida y poder disfrutar del incomparable contacto con el mar. "Todos los que lo prueban siguen con nosotros. Además, tras su paso por la escuela, a partir de los 6 años y hasta los 14, todos los alumnos que tenemos ya navegan. Esto propicia que todas las clases que tenemos y disponemos sean dinámicas, y eso ayuda mucho", señala.
