Acaban de llegar. Han llegado cansados, casi exhaustos de estar compitiendo durante una semana por terrenos inhóspitos de Marruecos. No ha sido fácil, pero “ha sido tan gratificante que ya miramos la próxima edición”. Son Miki Covas (33 años) y Ángel Verger (36), pilotos mallorquines de rallies con más de 15 años de experiencia en este mundo que acaban de finalizar la Panda Raid 2017.
Esta prueba es un rally amateur de larga distancia y resistencia que se celebra anualmente en marzo, en el que más de un centenar de equipos desafían la suprema ley del sentido común y se lanzan a la aventura a bordo de un viejo Fiat Panda (o también un Seat Marbella). Se desarrolla en Marruecos a través de un recorrido de siete etapas, que en algunos casos ponen a prueba las capacidades físicas y mentales de los equipos, ya que para orientarse se emplea únicamente la brújula. “Lo importante no es el tiempo ni la velocidad, superar la Panda Raid implica ante todo llegar a la meta”, reza el mensaje de la organización de esta prueba en la que han tomado parte en la presente edición 300 vehículos y siete equipos de pilotos mallorquines.
-Mallorquines con un Panda corriendo por Marruecos.
-Realmente se trata de una carrera con labores solidarias en la que el resultado es lo que menos importa, aunque siempre cuenta. Somos un grupo de mallorquines en busca de aventura y qué mejor forma que con un Panda en un raid para sentir ese gusano de competitividad y ayudar, además, al pueblo marroquí. Este año fuimos siete equipos mallorquines.
-¿Solidario?
-Sí. Es una prueba muy peculiar. Entre todos pudimos llevar unos 200 kilos de material escolar, ropa e higiene, entre otros. Te dejan llevar por coche unos 20 kilos de material.
-Bonito gesto.
-Recomendaría esta experiencia a mucha gente. Este rally se adentra en las zonas más pobres de Marruecos. Nos encontramos a gente que no tiene nada de nada. Te esperan como si fuéramos unos Reyes Magos. Me caían las lágrimas de emoción de ver lo que veía y de la felicidad que causábamos con simples regalos. Es muy gratificante.
-¿Ha sido una prueba dura?
-Este año particularmente sí. Ha sido muy dura y ha habido numerosas bajas. El alto calor del desierto nos agotaba y consumía lentamente nuestro pequeño Panda. Con temperaturas cerca de los 50 grados .
“La orientación es básica, trasladamos los conocimientos
del Mediterráneo al desierto de Merzouga (norte del Sáhara)”
-Y con la única orientación de una brújula.
-El tema de la orientación es básico. En Mallorca no tenemos desierto, pero sí mucho mar donde nos basamos en trasladar los conocimientos del Mediterráneo al desierto de Merzouga (norte Sahara). En este caso el navegante Ángel hizo un trabajo enorme con muy pocas equivocaciones.
-¿Como es un Fiat Panda?
-Un Panda es una fiesta. Son coches con más de 25 años. A la prueba debes llevar todo lo necesario para once días de aventura como comida, tienda de campaña, sacos de dormir, recambios para el coche y, entre otros, aseo. Normalmente las preparaciones son de seguridad y fiabilidad (suspensiones y frenos), más que de competitividad. El Panda es un gran coche.
-¿Ha sido una prueba costosa?
-Para un balear cualquier cosa que sea salir de las islas propicia que el presupuesto se dispare. El montante, contando coche e inscripción, puede estar entre los seis y ocho mil euros.
-¿Qué les ha llamado más la atención?
-Todo. Todo es impresionante, desde el principio hasta el final. Destacaría la generosidad que tiene el pueblo marroquí con los participantes, ofreciendo sus casas para cualquier cosa sin pedir nada a cambio. Tenemos mucho que aprender de ellos.
-Entonces, ¿recomendaría que la gente hiciera esta prueba?
-Claro. Es un rally recomendable cien por cien. Ves las cosas de otra manera. Repito, gente amable y predispuesta a ayudarte sin nada a cambio cuando no tienen nada. Es una experiencia enriquecedora, tanto que ya miramos la preparación de la próxima edición. Vale la pena, de verdad.
“El montante contando coche e inscripción va de seis a ocho mil euros. Para un balear cualquier cosa que sea salir de las islas es caro”
-¿Cualquiera puede participar?
-La dificultad de Panda Raid está diseñada de forma progresiva, de modo que permite a los equipos menos experimentados hacer su propio test de habilidades en las primeras etapas y posteriormente avanzar con los conocimientos adquiridos hacia las etapas más exigentes del raid. Es una prueba muy peculiar y que gusta mucho a la gente, por eso en cada edición hay más inscritos.
-¿Cuál es su próximo reto?
-Evidentemente, la Panda Raid 2018. Y también tenemos en mente la prueba Spain Classic Raid, que se disputa en octubre donde prepararíamos el salto a la victoria de Panda Raid 2018. Consiste en un rally de Barcelona a Sevilla. Hay mucho nivel y no será fácil. Además tomaremos parte en pruebas de Mallorca.
