Es uno de los entrenadores de moda en las últimas temporadas. Tras realizar buenas campañas en el Ramon Llull, San Francisco y Cide, la Federació de Futbol de les Illes Balears le encomendó dirigir la selección juvenil. Su labor por el momento, que califica de "complicada por la peculiaridad de la competición", es magnífica ya que ha situado como mínimo al combinado balear entre los cuatro mejores de España a la espera de jugar dentro de un mes la fase final en Mallorca. Es el entrenador Dani Vaquer (Palma, 1979).
-Llega y sitúa a Balears entre las mejores de España. Se dice rápido.
-Sin lugar a dudas el estar en la fase final ya de por sí es un éxito. Que estemos nosotros y hayan quedado en el camino selecciones del potencial de Catalunya o Andalucía es un orgullo para la Federación. Es importante disfrutar del momento.
-¿Se lo cree?
-Siempre he pensado que si uno no cree y confía en lo que hace es imposible obtener resultados. Y nosotros hemos trabajado, creído y confiado mucho. Lo cierto es que tras el sorteo de la primera fase, con sede en Catalunya y jugando contra la selección anfitriona, pocos apostaban por nosotros. Por eso el mérito de los chicos es extraordinario.
-¿El sonado triunfo sobre el combinado de Catalunya fue clave?
-Veníamos de debutar ante Murcia y ganar sin brillantez. Sin lugar a dudas, ganar a Catalunya fue una inyección de moral. Y el partido fue excelente en todos los sentidos. Esos seis puntos fueron claves para poder organizar la segunda fase. Y ganar los seis ante Canarias y Cantabria nos metieron entre los cuatro mejores."Marco Asensio es uno de esos talentos que salen cada diez o doce años, como en su día aparecieron Riera o Moyà"
-La fase final se juega en casa, ¿lo prefiere o es una presión añadida?
-Para nada. Para los chicos jugar en casa, ante su gente, amigos, familia, compañeros... es un motivación extra. El hecho de jugar en casa es también un reclamo para demostrar la buena salud que tiene en la actualidad el fútbol base balear.
-Les ha tocado Euskadi en semifinales.
-En una fase final te tocan ya trasatlánticos por su potencial. Euskadi es un equipo fuerte y físico que nos pondrá las cosas muy complicadas. Habrá jugadores del Athletic y la Real y de otros conjuntos que trabajan muy bien la base.
-A pesar de contar con menos licencias que muchas comunidades, Balears sigue estando entre las mejores.
-El fútbol base balear siempre se ha caracterizado por su alto nivel competitivo. Se ha dado un salto cualitativo en dos aspectos fundamentales: el poder entrenar y competir en césped artificial casi todos los clubes y la formación de los entrenadores han mejorado individual y colectivamente a los jugadores. Sin olvidarnos de la labor esencial que realizan los clubes.
"El Mallorca, tras años de inestabilidad, parece haber retornado a la senda de la sensatez y de la normalidad"
-¿Contar con una selección entre las mejores garantiza el futuro balompédico en Mallorca?
-El salto del fútbol base al fútbol profesional es bestial. Ojalá muchos de los chicos que hoy forman nuestras selecciones, sean profesionales en un futuro. Para eso, los clubes tienen que ser valientes y apostar por los jóvenes. Hay momentos en que hay que hacer de la necesidad una virtud. Quizás ahora vivamos uno de ellos.
-Usted que patea numerosos campos cada semana, ¿Cómo está el fútbol base en Mallorca?
-Goza de un excelente estado. Cuatro equipos en División de Honor juvenil (más un quinto la próxima campaña), una Liga Autonómica con un extraordinario nivel competitivo y unas Ligas cadete, infantil y alevín con mucha calidad. El tener dos selecciones territoriales en una fase final, no es una casualidad. Detrás de cada club hay mucho trabajo de mucha gente. Y el trabajo bien hecho, da sus frutos.
-Marco Asensio es el último exponente. ¿Saldrán más?
-Marco es uno de esos talentos que salen cada diez o doce años. Como en su día aparecieron Riera o Moyà. Para que salgan más, hay que ponerlos más. Que Marco esté hoy en boca de todos es gracias a sus condiciones y gracias a que alguien se atrevió a apostar por él.
-¿Prefiere entrenar a un equipo o a una selección?
-Empecé a entrenar con 17 años. Dentro de dos temporadas cumpliré 20 años entrenando. He pasado por todos los escalones del fútbol base, desde alevines a División de Honor juvenil. El trabajo de un entrenador es entre semana. Y los jugadores lo plasman el fin de semana. El trabajo de un seleccionador es el fin de semana. Y los jugadores lo plasman cada dos meses. Hay bastante diferencia.
-¿Se puede ganar la vida en el banquillo?
-El fútbol de ahora, y obviamente sin hablar de equipos profesionales, ha cambiado con respecto a años anteriores. Ahora entrenas porque te gusta, ya que la situación económica solo permite cubrir gastos y muchos lo hacen de manera altruista. El tema económico lo condiciona todo. Los patrocinadores son clave y no todos están por la labor de promocionar.
-¿Cómo ve al Mallorca de Segunda A?
-Tras años de inestabilidad, el club parece haber retomado la senda de la sensatez y la normalidad. La Segunda es complicadísima pero a nivel de equipo, a pesar del traspiés ante el Alavés, la llegada de Miquel Soler y su cuerpo técnico han mejorado ostensiblemente las prestaciones del grupo. Si los dejan trabajar, los éxitos llegaran.
