LA PRÈVIA

La Valquiria de Wagner: Furia de titanes

Pere Estelrich i Massutí

Esta tarde y dentro de su temporada de conciertos, nuestra Orquestra Simfònica presenta un programa en el que se interpretarán fragmentos de La Valquíria de Richard Wagner.

La Valquiria es la segunda ópera de las cuatro que forman El Anillo del Nibelungo. La primera es El Oro del Rin, la tercera Sigfrido y la última El Crepúsculo de los dioses.

En el primero de los títulos se desencadena la acción a través de mostrar primero como el codicioso enano Alberich roba el oro que las hijas del río guardan en el fondo de las aguas, para luego escenificar la lucha por el poder entre los nibelungos y los dioses, residentes, estos, en el templo llamado Walhala que Wotan, el primero de los dioses, ha mandado construir a los gigantes y que no puede pagar.

En ese momento es cuando empieza la segunda jornada, la que se cuenta en La Valquiria.

Empieza la ópera situándonos en una noche de tormenta. Un desconocido, Sigmund, es perseguido por un grupo de hombres armados, a quienes se ha enfrentado. En su huida llega, sin saberlo, a la casa de uno de sus enemigos, Hunding. Allí se encuentra con la mujer de éste de la que se enamora. Llega Hunding y, aplicando las leyes no escritas de la hospitalidad, le permite morar una noche bajo su techo pero le indica que a la mañana siguiente le perseguirá de nuevo.

Siglinda, que así se llama la mujer, también se ha enamorado de Sigmund y disuelve en la bebida de su esposo un somnífero, cosa que le permite tener una noche de amor con el visitante, que resulta ser su hermano, pues fueron separados al nacer juntos en el bosque. Fin del primer acto.

Y aquí, con el incesto, se desata la furia de los dioses, sobre todo de Fricka, la esposa de Wotan, que obliga a éste a deshacer este amor de la manera más drástica, matando a los dos hermanos/amantes.

Wotan, que, de andanzas anteriores por estos lares, es el padre de los dos humanos, ordena a su hija Brunhilda, una de las valquirias y la más amada de sus hijas, que mate a Sigmund. Ella, en el último momento, se resiste y huye con Siglinda embarazada, a la que ayuda a escapar hacia el bosque. Wotan acaba por matar a Sigmund y sale en persecución de su hija rebelde. Fin del segundo acto.

Empieza el acto tercero con la famosa escena de la Cabalgata de las Valquirias. Justo después llega Wotan al lugar en el que está Brunhilda sola. Al no encontrar a Siglinda, le anuncia el castigo por su desobediencia: será condena a dormir rodeada de un círculo de fuego a la espera de que un joven inocente que no conozca el miedo la pueda salvar.

Y aquí, con un monólogo grandioso, lleno de tristeza pero firme al mismo tiempo, con Wotan invocando al dios del fuego, termina la ópera.

La sesión de esta noche incluye todo el primer acto, con Sigmund, Siglinda y Hunding y el monólogo final con Wotan ejerciendo de padre castigador. Páginas inmortales, que contienen algunos de los momentos más bellos de toda la obra que Wagner escribió basándose en la mitología nórdica.

Belleza, sonido envolvente, orquesta enorme, leit motiv, música psicológica incluso, todo en esos momentos que, sin duda, no pueden dejar a nadie indiferente.

Y terminemos anunciando una noticia que seguro no será una sorpresa para nadie: en la siguiente ópera, el joven que salvará a Brunhilda del círculo de fuego no será otro que Sigfrido, el hijo de Siglinda y Sigmund. Pero claro, esta es otra historia.

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