Grisailles es el título de la exposición que Miquel Barceló (Felanitx, 1957) inaugura hoy en París, en la galería Thaddaeus Ropac, el resultado de su trabajo realizado tras el periodo del confinamiento y hasta hoy, creaciones que ha ido componiendo en el taller a través del uso de la grisalla, una técnica en en blanco y negro que produce la sensación de relieve escultórico y levedad en sus escenas y que tuvo su origen en el siglo XIV.

Barceló presenta en la muestra una serie de naturalezas muertas a gran escala en las que aparecen criaturas marinas, flores y huesos nacidos de su nueva paleta monocromática, así como toros y animales salvajes en capas traslúcidas de color que rinden homenaje a mencionada tradición pictórica, detalla la galería francesa. Entre la pintura holandesa del siglo XVII y el bodegón español, el artista mallorquín ofrece ahora una nueva visión de la naturaleza muerta arraigada en su propia relación el mar, el instinto de supervivencia y ciclo de la vida, retomando códigos tradicionales del género e invitando al espectador a participar en un curioso banquete a través de ellos y de la propia noción de la abundancia.

Bodegón groc. Miquel Barceló. 2021 Galería Thaddaeus Ropac

Las abundantes texturas de los lienzos del mallorquín adoptan en sus nuevas obras un semblante diferente de color traslúcido sobre una base monocrómática. El resultado son pinturas más ligeras que las las anteriores, con un aire de misterio y atemporalidad, sin relieve ni contornos, como suspendidas entre el sueño y un resplandor crepuscular con el que evocan, según Barceló "una mesa de Pompeya o cenizas heladas de las cosas".

Vida y renacimiento a partes iguales. Conchas vacías, calaveras y libros abiertos contrastan con plantas encontradas, ramos de flores y hojas secas de palma. Y la constante referencia a su naturaleza más cercana: anguilas, pulpos, gambas y langostas, precariedad y plenitud y una conexión profunda con la tierra y todo el entorno natural que sacuden con fuerza la presunción de que la naturaleza muerta presenta siempre objetos inanimados.

En otro momento de la exposición, criaturas improbables como leopardos y cocodrilos, cebras y peces espadas reemplazan ese jardín de la abundancia. "Es una mezcla tan extraña como la mezcla de ron y Coca-Cola", bromea Barceló en la información que ofrece la galería parisina.

Grisalla con pez espada. Miquel Barceló (2022) Galería Thaddaeus Ropac

Una de las obras de este periodo, Grisalla con pez espada (2022) se presenta en el Museo del Louvre el próximo 12 de octubre, como parte de exposición concebida por Laurence Bertrand Dorléac y titulada Las cosas, un montaje sobre la naturaleza muerta lo largo de la historia con obras de Marcel Duchamp, Chardin, Manet o Joan Miró. Barceló ya exhibió en abril de 2004 en el Louvre una selección de 60 acuaralas de las más de 300 que realizó entre los años 2000 y 2002 para ilustrar los tres volúmenes de La Divina Comedia, de Dante, editada por Galaxia Gutenberg y Círculo de Lectores.