Propulsados por la explosión «nuclear» rozaron «infinitos» el pasado jueves en Mallorca. Como una «flecha» directa al corazón, Leiva hizo sentir «la llamada» a los casi 5.000 asistentes del antiguo Aquapark de Calvià. Tras largas colas de coches y una cuenta atrás de 10 minutos, se dio el pistoletazo de salida para la parada mallorquina de la gira Cuando te muerdes el labio Tour

«Mallorca, qué p*** lujo», inauguró Leiva el micrófono. «Todos lo que estamos en este escenario valoramos el esfuerzo que implica pagar una entrada», añadió en uno de los pocos momentos en los que se dirigió al público, que reunió a gente de todas las edades. 

El público enloqueció con el ‘Cuando te muerdes el labio Tour’.

El resto de la noche fue un repaso por su último disco, Cuando te muerdes el labio, y sus anteriores éxitos, tanto himnos intergeneracionales de coche y autopista como una selección de su anterior álbum de estudio, Nuclear, que ya triunfó en 2019 en Son Amar. Un contraste entre el sonido algodonado del trabajo que le da nombre a la gira y el rock español más inflamable. 

El concierto empezó por todo lo alto con Terriblemente cruel y La lluvia en los zapatos. Del resto del setlist destacó el lado más animal de Leiva, con canciones como Animales o Lobos, una faceta sensible flotando «en el espacio», viajes al pasado donde hace un frío «polar» o temas que deben su nombre a noches de maratón de Netflix.

La voz femenina, muy presente en este último disco y en la Leiband, corrió a cargo de la nueva incorporación y voz del grupo AINDA, Esmeralda Escalante, que además calentó el ambiente como telonera del cantante. Una habilidad onírica, un hilo de juventud, un suspiro fresco y un complemento perfecto para la voz cardada y única de Leiva. 

Sobre el escenario, formando el resto del eléctrico conjunto, el irremplazable y habitual Juancho a la guitarra y los coros, Cesar Pop con sus teclas mágicas animando al público, El Niño Bruno arrasando con la batería, Manuel Mejías añadiendo sus vibraciones marcianas con el bajo, Luis Miguel Romero a manos de la percusión y el dúo químico de Tuli al saxofón y Pachechín en la trompeta con sus bailes e idioma propio.

Antes de cantar «bienvenidos a la era digital», la ironía del verso se entendió en uno de los momentos más especiales del concierto. El madrileño pidió a todos los asistentes que apagaran las pantallas y guardaran silencio para interpretar el tema Vis a Vis, a guitarra y voz. Un tema que, según explicó, no quiere «automatizar» y es por ello que lo reserva para noches en las que se siente «conectado». El pasado jueves fue una de ellas y el público lo notó.

Y es que le une un vínculo especial con la isla. Dos de las canciones del nuevo álbum las compuso en Fornalutx. La localidad mallorquina inspiró a Leiva para escribir Infinitos, junto a Zoe Gotusso, e Histéricos, que interpreta con Ximena Sariñana en la grabación. 

Una noche de bailar y saltar «como si fueras a morir mañana» que quedará grabara en las estrellas y la retina de todos los que disfrutaron del espectáculo. Leiva demostró una vez más, que su música no entiende de épocas ni edades.