Es compositora, analista musical, conferenciante y creadora del Gabinete de Comprensión Musical ‘GACOMUS’, donde explica el mundo musical a melómanos y aficionados para que lo puedan disfrutar al máximo. En la próxima temporada de conciertos, la Orquestra Simfònica estrenará una obra suya titulada Revelacions.
- Para despertarse: el Kyrie a 6 voces de la Misa in illo Tempore de Monteverdi. Una obra que hace que el día se vaya abriendo poco a poco en toda su dimensión.
- A media mañana: el Concierto para Oboe y Violín BWV 1060 de Bach. La maestría siempre perfecta de Bach le da mucha energía. Solistas y orquesta le seducen por su diálogo, fluido e intenso a la vez. Una maravilla.
- Después de comer: elige el Adagio, del Concierto para clarinete y orquesta de Mozart, porque, dice, «me proporciona la serenidad que necesito para mi digestión».
- Por la tarde: se decanta por Cuadros de una exposición de Mussorgsky, en la versión orquestada por Ravel. Para Mercè «esta obra es el resultado de dos grandes genios. A la innovadora creación de Mussorgsky se une la técnica de orquestación de Ravel. Una joya».
- Después de cenar: Thálamos, «mi cantata con texto de Víctor Gayà, que se estrenó el 20 de marzo de este año y que, empezada antes de la pandemia y terminada en el transcurso de la misma, presenta una intensidad dramática y un sentimiento de superación que me ayuda en la creación de mis nuevas obras».
- Antes de ir a dormir: Da pacem Domine de Arvo Pärt. Obra basada en técnicas medievales sobre una antífona gregoriana del siglo IX y que «logra transportarme a un mundo sensorial único y al mismo tiempo favorece, con su placidez, mi descanso».
