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«El gran miedo en la isla es que no vengan turistas»

El rodaje de su nueva película, ‘Beach House’, terminó ayer en Magaluf - El filme reflexiona sobre el impacto del turismo de borrachera en Mallorca

Hèctor Hernàndez, durante el rodaje de la película. IB3

El director mallorquín Hèctor Hernández Vicens acabó ayer el rodaje de su nueva película, Beach House, coproducida por IB3, sobre tres amigos que vienen a Mallorca para disfrutar de la fiesta y acaban envueltos en una espiral de sucesos propios del thriller. Explica que conoce bien Magaluf y cuando ha ido de viaje por Europa ha podido ver cómo están algunas zonas costeras llenas de macrodiscotecas «donde las drogas, el sexo y el alcohol son una constante». Declara que en estos lugares se está produciendo una «gran destrucción, y tenía ganas de hacer una película juvenil sobre esta temática para reflexionar sobre la masificación turística en Mallorca».

El filme cuenta con la participación de los actores Albert Carbó, Francesc Colomer, Martí Atance, Nina Guseva y Tony Corvillo. IB3

«El turismo de borrachera es el marco donde pasa la historia. Esto tiene relación con las redes sociales y su impacto en nuestra manera de pensar». Cuenta que esta es una reflexión constante en toda la película y pone como ejemplo los anuncios de Estrella Damm, «donde se nos vende una felicidad únicamente relacionada con bailar y beber en la playa o estos viajes de 15 días a Magaluf de pleno desfase». Para Hernández, los conceptos de felicidad y diversión se han unido y parece que mucha gente aspira únicamente a eso: «Esto se ve en aquellos que trabajan todo el año para venir dos semanas a emborracharse y divertirse».

El filme cuenta con la participación de los actores Albert Carbó, Francesc Colomer, Martí Atance, Nina Guseva y Tony Corvillo. IB3

La visión desde el exterior era importante. «La idea era presentar un mundo desconocido para ciertas personas», aclara. El rodaje empezó antes de la pandemia, pero finalizó ayer de forma definitiva. Han rodado en distintos puntos de Cataluña y en Magaluf. El final del proyecto coincide con las noticias de los turistas haciendo más de cuatro horas de cola para entrar en el Caló d’es Moro: «Este es un claro ejemplo del impacto de las redes sociales, porque la gente habrá visto las fotografías de la playa y han ido todos allí para hacerse una. Las masas funcionan así, donde va uno, van todos. Es un caso de individualidad y falta de pensamiento propio».

El filme cuenta con la participación de los actores Albert Carbó, Francesc Colomer, Martí Atance, Nina Guseva y Tony Corvillo. IB3

Relata que de pequeño solía ir al Caló d’es Moro porque veraneaba allí, y apostilla que en esa época no iba nadie. «El modelo de turismo que empezó en la década de 1960 se cargó en 20 años toda la costa, y ahora todo va a peor. No hemos aprendido nada. La masificación de aquella época era diferente y no tenía nada que ver con la de ahora, pero esto puede ir a más», apunta. El problema, dice, es que muchos residentes quieren este tipo de turismo y tienen miedo de que se vayan a otros destinos: «El gran miedo de los mallorquines es que no vengan los turistas. La cultura de la isla parece ir en favor de la masificación, y parece que criticarlo es ir en contra de los intereses de la isla cuando es totalmente lo contrario». Además, el cineasta aclara que desde su punto de vista los países que dependen del turismo son los menos creativos del mundo porque «no generan industria y no crean ideas nuevas atractivas» ya que han decidido «acomodarse a solo vender a los que vienen de fuera»: «Como comunidad tendremos poco que decir si nuestra prioridad es el turismo de masas».

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