Siente curiosidad por todo lo que le rodea, por eso se hizo periodista. Ahora es el director general de IB3.
Para recordar a la amada ausente: Los Conciertos de Brandenburgo de Johan Sebastian Bach, que suele escuchar en el coche cada día, como un ritual que le ayuda a paliar la añoranza.
A la hora del paseo: Seguir con Bach es una buena opción, pero en este caso son las Variaciones Goldberg las que suenan en el aparato de Manresa. Bach le lleva a la reflexión.
En casa: El disco Entre dos aguas de Paco de Lucía le acompaña. Un disco que tiene a su vez algunas esencias bachianas, pues para De Lucía «Bach es la Música».
Para las mañanas de domingo: En la estancia donde trabaja o descansa Manresa, suele sonar música para órgano, alternando con la de clave o flauta de Mozart.
Para los otros momentos: Como buen nostálgico y solitario que es, Manresa elige a Leonard Cohen, Joan Manuel Serrat o Van Morrison, autores que, como dice, «atrapan el corazón con sus músicas en forma de elegía».