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MÚSICA CRÍTICA

Y del campo, los almendros

El pasado domingo y en el marco de ese magnífico ciclo que es la Setmana de Música Antiga, pudimos escuchar, en la iglesia de la Colònia de Sant Pere, una nueva formación que, de seguir por ese camino, dará mucho que hablar en ese campo, el de la música interpretada con el espíritu de la época en la que fue concebida.

El Ensemble Antoni Lliteres OSIB, que reúne miembros de nuestra formación sinfónica con otros independientes, se presentó ante el público con un programa sabio, en el que se compatibilizó la música vocal profana de Bach con otra instrumental de Telemann y Stölzel, dos de sus compatriotas contemporáneos.

Irene Mas, la soprano mallorquina que, de forma inteligente puede compatibilizar la ópera de Pergolesi en el Principal de Palma con ese repertorio, cantó de forma impecable unos fragmentos de la Cantata BWV 212, conocida como la Cantata Campesina, y que libretista, Picander y compositor escribieron para una fiesta en el campo que terminó con una sesión de fuegos artificiales en agosto de 1742. Irene Mas tiene una voz que se mueve muy, pero que muy bien, en el repertorio bachiano y mozartiano, un poco al estilo Elly Ameling. Vocaliza bien y, lo que es más importante, imprime musicalidad a sus intervenciones. Si sigue por ese camino, el que le indique la propia evolución vocal, seguro que será una gran cantante.

Por su parte el grupo de músicos, tanto en los momentos en los que intervino como acompañante de la voz (si es que podemos hablar de acompañantes en Bach) como en los que tocó las obras instrumentales, rozó la excelencia. Primero porque todos ellos poseen un enorme talento, pero también por el toque personal que les imprimió el director invitado, Luis Antonio González, poseedor de una riqueza musicológica y una manera de transmitirla realmente excepcionales. Su aportación a esa iniciativa de la Setmana de Música Antiga será recordada y, sin duda, dejará huella.

No podemos terminar sin mencionar el detalle de la organización hacia el público que llenaba el recinto: el regalo de una bolsa de almendras de la zona. Detalle simpático y significativo. Gracias, por ello y por el disfrute musical.

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