Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Música

Francisco Fullana: "Bach es la representación más clara de la belleza natural creada por el hombre"

El violinista mallorquín publica nuevo disco, 'Bach's Long Shadow'

Francisco Fullana, violinista

¿Qué papel ha jugado Bach en su vida?

Desde el principio siempre he percibido una gran belleza y un magnetismo natural en la música de Bach. Pero interpretar a Bach no es fácil, es una música tan pura, tan transparente, que exige mucho al intérprete. Cuando tocas las obras para violín de Bach, entre Bach y el público sólo estás tú y tu violín y tanto Bach como el público son muy exigentes.

¿Cómo fue su entrada en el mundo de Bach?

Empecé a acercarme a la interpretación de las obras de Bach siendo niño, como parte de mi aprendizaje. Desde antes de poder interpretarlas, escuchaba sus obras, disfrutando de su belleza, pero también como un desafío. Mis primeros recuerdos intentando tocar alguna obra de Bach se remontan a esas primeras etapas de mi aprendizaje. La primera vez que escuché una obra de Bach fue con mi primer maestro Bernat Pomar. Posteriormente, con 9 años asistí por primera vez a los cursos de verano que impartía el que fue también mi maestro durante muchos años, el violinista Manuel Guillén en la ermita de Villarreal en Castellón. El reto de aquel curso fue conseguir tocar el Preludio de la Partita número 3 de Bach. Recuerdo largas sesiones de estudio con el maestro junto a otras muchas de intenso trabajo personal, para poder tocar esa obra en el concierto de clausura del curso, todo un reto, finalmente conseguido. Desde entonces las obras de Bach me han acompañado en todo mi proceso formativo y como intérprete, en el conservatorio profesional de Baleares, en el conservatorio Amaniel y en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Gracias a la sólida formación recibida de esos profesores en esas instituciones, con dieciséis años, pude presentarme a las pruebas de acceso a The Juilliard School en Nueva York, que se encuentra entre uno de los centros de formación musical más prestigiosos y más selectivos del mundo. Y como era de esperar, las obras de Bach formaban parte de las audiciones de acceso. Lo recuerdo perfectamente.

Usted se ha formado con Midori, otra ilustre del violín y otra enamorada de Bach.

Durante mis años de licenciatura y Master Degree en Juilliard, con mis maestros Masao Kawasaki y Donald Weilerstein, Bach continuaba siempre como un referente en ese proceso formativo. Posteriormente continué mi formación con Midori en la Universidad del Sur de California en Los Ángeles y Bach y fue una parte muy importante de mi formación durante ese tiempo en el que cursé Artíst Diploma, el posgrado más restrictivo y prestigioso de USC. Midori es a mi juicio una de las mejores intérpretes de las obras de Bach. Su pureza y su rigor en la interpretación de la música de Bach atrapan nuestro interés y nuestra atención introduciéndonos plenamente en el disfrute de la grandeza de sua música. En esa etapa como alumno de Midori profundicé mucho en la forma de acercarme a Bach y en cómo interpretar sus obras. Digamos que redescubrí a Bach. Todavía tengo muy presente en mi memoria el concierto que tuve el honor de compartir con Midori y nuestra querida Orquesta Sinfónica de Baleares en enero de 2019, en el Auditorium, en el que presentamos un programa íntegro de los conciertos para violín de Bach. Y el desafío continúa, en mi CD La sombra alargada de Bach realizo una interpretación de sus obras, utilizando cuerdas de tripa, como en la época de Bach, en lugar de utilizar las cuerdas de acero que empleamos normalmente. Cuerdas de tripa junto a un arco barroco en un violín Guarnrius de Gesú de 1735, el resultado es una interpretación que tiene como objetivo el recrear la música de Bach, como el maestro de Leipzig la creó entre 1703 y 1720 y como se interpretaba y se escuchaba en esa época.

Fullana, con Midori, otra ilustre del violín

Se puede decir que Bach ha ido formando su personalidad.

Empezaré por decirte lo que no ha cambiado: no ha cambiado la atracción que siempre he tenido por su música, desde que la escuché por primera vez, siendo muy niño. No ha cambiado mi admiración por la música de Bach. Tampoco ha cambiado mi concepción más íntima y personal de que la música de Bach es la representación más clara de la belleza natural creada por el hombre en el mundo occidental. A partir de lo anterior, las múltiples aproximaciones sucesivas que he ido realizando y que realizo cada vez que interpreto alguna de sus obras, me han ido influyendo, me han ido moldeando como violinista. Estoy convencido de que Bach, desde que a los nueve años me enfrenté al desafío de ser capaz de convertir las notas de sus partituras en sonido, en música para compartir con las personas que me escuchaban, fue formando mi personalidad, mis gustos musicales y mi capacidad interpretativa. Pienso que en la música de Bach las notas son como pinceladas en una preciosa pintura musical en la que confluye el continuo espacio/tiempo. De la misma manera creo que Bach ha transmitido esas pinceladas a mi lienzo existencial como persona y como intérprete. A lo largo de ese viaje de crecimiento como ser humano y como violinista mi visión y por lo tanto mi interpretación de la música de Bach forma parte de un proceso de esfuerzo continuo, pero también de disfrute de su música. En este CD pretendo presentar una instantánea, un momento congelado en el tiempo de mi búsqueda de esa esencia que Bach capturó tan elocuentemente en sus Sonatas y Partitas. Como intérprete, mi autoexigencia y mi deseo más íntimo es intentar acercarme a las obras de Bach sin interferencias. Intento que sus notas, su música fluya por sí misma, de una forma natural de mi violín en esos momentos mágicos que se crean en la confluencia entre intérprete, músico y oyente.

¿Siempre se descubren cosas nuevas de Bach al interpretarlo?

La música de Bach es tan pura y al mismo tiempo tan compleja que efectivamente siempre descubrimos nuevos matices, nuevas realidades que nos atrapan y nos maravillan. Para mí abordar la interpretación de sus obras con cuerdas de tripa y arco barroco ha sido un nuevo descubrimiento y un nuevo reto. Lógicamente también ha sido una forma más auténtica, más natural de tocar y escuchar su música. Se trata de un proceso nacido y alimentado en el disfrute en el goce personal de interpretar la música de Bach que me ha acompañado desde mis inicios como violinista y ha estado y continúa estando presente en las diferentes etapas de mi trayectoria vital. En Juilliard disfruté y aprendí mucho también de los violinistas que estudiaban violín barroco como especialidad. A lo largo de mi trayectoria como violinista siempre intento adaptar la técnica y mi capacidad interpretativa al mundo sonoro de cada compositor. Esa ha sido la filosofía que me inspiraba cada vez que interpretaba una Partita de Bach o las Cuatro Estaciones de Vivaldi, por citar sólo dos ejemplos de autores y obras grandes, pero muy diferentes entre sí. Esa concepción de lo que ha de ser la interpretación musical me ha llevado a ir introduciendo cambios en mi interpretación para acercarme cada vez más a ese ideal. Por eso en este CD toco Bach con cuerdas de tripa y con una afinación de 415 Hz y un arco barroco. Es un camino que llevo recorriendo ya desde hace mucho tiempo y que estoy convencido de que me acerca al ideal de cómo debió de sonar la música de Bach en los tiempos de Bach. Creo que he conseguido ajustar mis interpretaciones de su música a lo que creo que es esencial.

¿Qué es lo esencial?

La esencia como un estado mental en el que yo soy el medio para que fluya la belleza musical de su música. Me ha inspirado y me ha ayudado mucho en este proceso escuchar óperas barrocas, para darme cuenta de las posibilidades de ornamentación posible en la esencia de la música de Bach, buscando siempre ser fiel al estilo del compositor, lo cual para mi es muy importante. Hacer música es un viaje que inicié siendo niño y que estoy realizando a lo largo de toda mi vida. En este viaje, la curiosidad por visitar lo antiguo y lo nuevo considero que es una actitud imprescindible para mantener el interés y disfrutar del viaje en el que disfruto cada día y cada momento del privilegio de poder tocar la mejor música jamás escrita.

¿Por qué ha elegido la Partita en Mi Mayor y la Partita en Re menor de Bach?

Está claro que mi idea al pensar en las obras que quería que configuraran mi CD La sombra alargada de Bach debía de partir de algunas de las obras más representativas de la música para violín solo del genio de Leipzig. Las Partitas son obras muy vivas, muy alegres ya que están inspiradas en danzas tradicionales internacionales: la Bourreé es de origen francés, la Chacona y la Zarabanda son de origen español o la Giga que pertenece a la tradición inglesa.

Fullana, en una de las imágenes de su disco 'Bach's Long Shadow' Shervin Lainez

Este CD  incluye y viene precedido por un EP (extended play), es decir una reproducción extendida, un CD virtual que está en las principales plataformas de música desde hace quince días en el que in incluyes una obra del compositor mallorquín Joan Valent junto a la Partita número 2 de Bach, ¿Qué es lo que te ha motivado a colocar a estos dos compositores juntos?

Efectivamente, en el “extended play” que ha precedido al CD, al que podemos acceder a través de un código QR que encontramos en el libreto y en Apple, Itunes o Spotify, por citar sólo algunas, incluyo la partita número 2 en re menor de Bach, de la que forma parte la mítica “Chacona”, junto a otra gran Chaconna, la de nuestro querido y admirado compositor Joan Valent. De hecho este “EP”, lo he titulado en inglés “The Chaconne Files”, es decir las Chaconas. En ese “EP”, el propio Joan Valent explica que su Chacona titulada “Punta Camparella” es la parte de su viaje personal hacia las profundidades del arte de Bach y la humildad que su música le ha inspirado como compositor. La pieza surge de la inmensa admiración de Joan Valent por la Chacona de Bach, piedra angular del repertorio de violín solo. La melodía siempre cambiante se basa en un pulso constante del bajo ostinato, al igual que en la obra maestra de Bach. Creo que no hay mejor manera de explicitar el significado de la sombra alargada de Bach, de su influencia en compositores posteriores que escuchando Punta Campanella de Joan Valent, una obra bellísima.

El cedé incluye obras de los compositores españoles Albéniz y Francisco Tárrega. ¿Qué le seduce de ellos?

Además de mostrar mi admiración por Joan Valent, interpretando su Chacona Punta Campanella, en el CD he incluido dos obras muy queridas por mí: Asturias de Albéniz y Recuerdos de la Alhambra de Tárrega, que me evocan recuerdos memorables de mi infancia, la impresión que me causó cuando contemplé por primera vez la belleza y grandeza de las montañas y de los valles asturianos y mis viajes veraniegos hasta que cumplí siete años a la tierra andaluza de mis abuelos paternos. Asturias (la Leyenda) es una obra compuesta para piano. En el CD he querido incluir esta adaptación para violín que tiene una gran fuerza expresiva que cautiva la atención de intérprete y oyentes. Recuerdos de la Alhambra de Tárrega es una obra escrita para guitarra, pero en la que el arreglo de Ruggiero Ricci para violín es de una gran belleza. Esta obra evoca el ambiente de fiesta, de diversión y pasión que podemos encontrar en cualquier pueblo pequeño de la península ibérica durante el verano, una música que nos transporta a reuniones de familias y vecinos, comidas compartidas, conversaciones ruidosas y chismes de pueblo surgidos al calor del vino también compartido. 

¿Cuál es el denominador común de todas las piezas del disco, incluidas las de Kreisler y la sonata de Ysaÿe?

El común denominador de todas las obras que he seleccionado es la presencia de la influencia de la música de Bach en todas ellos, que he querido condensar en el título del CD: la sombra alargada de Bach. Autores tan importantes y tan diferentes en los 300 años posteriores a Bach siguen bebiendo, siguen inspirándose en la música de Bach, desde Eugene Ysaÿe del que también incluyo en el disco dos de sus sonatas, pasando por Albéniz, Tárrega hasta llegar a Joan Valent, todos, absolutamente todos recogen en sus obras grandes influencias del maestro de Leipzig. Todos han compuesto obras bellísimas que mantienen viva la evocación de Bach.

¿Con qué violín grabó este segundo trabajo?

Es un auténtico lujo para los oídos el poder disfrutar de la música de Bach y la del resto de compositores que componen el CD a través del extraordinario sonido del violín “Mary Portman” ex-Kreisler Guarneri del Gesù de 1735, que toco generosamente en préstamo de Clement y Karen Arrison a través de la Stradivari Society de Chicago. Esto es, sin lugar a duda, un gran valor añadido a este viaje musical a la música que Bach creó y ha inspirado a autores de los últimos 300 años. Entre estos compositores en el CD he incluido la obra Recitativo y Scherzo de Fritz Kreisler, uno de los más grandes intérpretes del violín de todos los tiempos, que fue propietario de este violín. Por eso este violín es conocido como “Ex-Kreisler”. Cada vez que que toco esta obra con este violín, siento unas sensaciones muy especiales, siento las grandes cualidades de este violín, disfruto de su sonido poderoso envuelto en una dulzura magnética que brota, de forma natural del contacto lento entre el arco y sus cuerdas. Pienso que es la primera vez que esta obra ha sido grabada con el mismo violín con el que Kreisler la interpretó en vida, muchas veces. Y me siento afortunado y orgulloso de haberlo podido hacer. Este violín también es conocido como el violín “Mary Portman”, en honor a Mary Isabel Portman que fue su propietaria y lo mantuvo a salvo durante la I Guerra Mundial. Por eso, a mi me gusta referirme al violín como “Miss Mary”.

¿Qué sensaciones experimentó al grabar el álbum?

Recuerdo que una de las primeras veces que hablé de mi idea de grabar el CD la sombra alargada de Bach fue para este diario, durante una entrevista que me hiciste en 2018. Ahora, tres años después me ha gustado volver a leer aquella entrevista y comprobar, que lo que entonces era una idea, tres años más tarde ha visto la luz. La previsiones eran haberlo lanzado antes, pero la verdad es que la COVID, a partir de marzo del año pasado nos obligó a todos a posponer conciertos y proyectos. La idea de dar cuerpo a este proyecto sabes que me surgió después de la publicación de mi anterior CD Through the Lens of Time. La filosofía que hay detrás de estos dos álbumes es la misma. Un viaje musical a través del tiempo. En el primer CD fue un viaje “acompañado” de la Sinfónica de Birmingham. En esta ocasión he querido hacer un viaje a través de grandes obras de violín solo de los últimos 300 años que “beben” de Bach. La grabación del CD la realicé en Inglaterra y la terminamos en febrero de 2020, pocos días antes de que la COVID 19 nos encerrara a todos durante meses. Todos los trabajos de edición se realizaron después. Finalmente decidimos que el lanzamiento del CD fuera este mes de mayo. Y así ha sido, desde el 28 de mayo se puede adquirir en CD a través de las diferentes plataformas digitales. Previamente desde el 14 de mayo, junto a Orchid Classics hicimos la presentación de lo que sería el cd físico. Y lo hicimos, a través de las principales plataformas de música, como Apple, Itunes, spotify, Presto Music o Amazon, entre otras. Y eso se ha hecho con un “EP” (extended play) en el que he querido incluir la Partita número 2 de Bach, que incluye la famosa Chaconne de Bach, junto a otra chacona, en este caso la chacona Punta Campanella de nuestro querido y admirado compositor Joan Valent. Es una presentación de lujo, que ilustra perfectamente la influencia del gran maestro de Leipzig en compositores que han cogido su inspiración y su testigo 300 años después. Esa es la magia y la grandeza de la música.

¿Qué aprendió con su anterior disco, Through the Lens of Time?

El CD Through the Lens of Time que grabé con la City of Birmingham Symphony Orchestra es un viaje al corazón de la tradición de la música barroca, a través de la visión de grandes compositores de nuestra época. Un viaje que iniciamos con la recreación de las Cuatro Estaciones de Vivaldi por Max Richter; inclyendo entre una estación y otra, obras de violín solo o violin y piano como Königliches Thema para violín solo del compositor germano-coreano Isang Yun, un homenaje a la Ofrenda musical, BWV 1079, de Bach; Suite in the old stile de Alfred Schnittke y Variaciones sobre un tema barroco de Salvador Brotons, escrita expresamente para ese proyecto sobre una aria de la zarzuela barroca Acis y Galatea, de Antoni Lliteres. Un viaje a la tradición cultural y musical europea de los últimos 350 años, de la mano de una cuidada selección de compositores y obras que reinventan la tradición barroca y la ubican en el corazón de nuestras propias vidas. El CD tuvo una espléndida acogida y disfruté mucho grabándolo. Aprendí que fue una experiencia tan grata que ahora me ha llevado a publicar otro CD. En aquella ocasión fue un viaje al corazón del barroco, a través de la visión de compositores contemporáneos, ahora el viaje es al revés, es la búsqueda de la influencia de la música de Bach en compositores que, sin lugar a dudas, continúan transmitiendo su legado.

¿Tiene en mente una nueva grabación discográfica?

Efectivamente. Es muy importante tener siempre en marcha nuevos proyectos, nuevas metas, nuevas ilusiones que te hacen sentir activo. Mi próximo CD verá la luz a finales de octubre. Se trata de un cd con Apollo’s Fire, la orquesta Barroca de Cleveland, que fue ganadora de un Grammy en 2019. El cedé contendrá Las Cuatros estaciones de Antonio Vivaldi. Sabes que en mi primer disco grabé la recomposición de las Cuatro Estaciones que compuso el compositor Max Richter. Ahora vuelvo a los orígenes, a la composición de Vivaldi, escrita a principios del siglo XVIII. Una obra inusual para la época en la que fue escrita, que seguro que ha servido de inspiración a los compositores de lo que hoy conocemos como música programática. La grabación está recién realizada, ahora se están llevando a cabo los trabajos de edición. Toco con Apollo´s Fire, bajo la dirección de su directora titular Jeannette Sorrel, reconocida internacionalmente como una de las intérpretes más importantes del repertorio barroco y clásico de la actualidad.

Estará de gira por Europa este verano, incluyendo su presentación como solista-director con la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares a principios de julio. ¿Qué puede adelantar de ese concierto?

Me gusta ser disciplinado por lo que te voy a poder adelantar poco, por respeto a los organizadores, que son los que tienen que dar todos los detalles. Para mí tocar con nuestra OSIB es siempre algo muy especial y por lo que se me ilumina la cara y el alma. Debuté con ellos, por primera vez cuando tenía nueve años y puedo decir que tocando con ellos comprendí que quería ser violinista. Con ellos también he crecido como persona y como intérprete. El concierto será un concierto en el que no estará Bach, pero si estará muy presente la música barroca. Será la primera vez que toque con la OSIB como concertino-director, por lo que estoy muy ilusionado con este concierto en el que seguro que todos, músicos y público disfrutaremos de una gran velada musical con toda la magia de los “Estius Simfònics” que colocan la música clásica en el centro de las noches del verano en Mallorca.

Durante la pandemia se pusieron de moda los conciertos en streaming. ¿Se siente cómodo en ese formato?

Pienso que la experiencia de un concierto en vivo es algo único, irrepetible e insustituible. La música tocada por un mismo intérprete no es la misma interpretada en una sala de conciertos con el calor y la atención de los melómanos que cuando te pones delante de una cámara sin público. Un concierto es algo mágico en el que se crea una atmósfera especial, una energía bidireccional que hace que la música que sale de nuestros instrumentos llegue directamente al corazón del público. Un concierto es algo muy hermoso en el que intérprete y público disfrutan de la música. Para un intérprete la atención del público, su concentración, su atención mantenida y que se transmite a través de ese silencio que se crea en los auditorios que refuerza y resalta la fuerza y la dulzura de la música es algo que le ayuda en la interpretación. Por mucho que ensayes con una orquesta, la magia del concierto es insustituible y con público todo suena mejor. Dicho lo anterior, también creo que los conciertos en streaming han sido un gran descubrimiento para todos, para público y para intérpretes. Durante este año largo en el que la COVID ha impedido que nos podamos reunir para disfrutar de la música, los intérpretes hemos tenido la oportunidad de poder reinventarnos para poder llevar nuestra música a aquellos que querían escucharnos. Durante este largo año de pandemia he participado en muchos conciertos en streaming, en todos los formatos, recitales de violín solo o violín y piano, música de cámara y conciertos con orquestas. Entre todos estos conciertos recuerdo como una experiencia muy gratificante mi interpretación del concierto de Mozart con la OSIB el pasado febrero. Un concierto en el que no pudo asistir público pero que fue retransmitido a través del canal de YouTube de la OSIB y que todavía está accesible para los que quieran disfrutarlo. Una grabación de una gran calidad técnica y artística que corrió a cargo de Mediapro y del ingeniero de sonido Iker Olabe. Desde mi punto de vista, conciertos como éste contribuyen a poner en valor los conciertos en streaming

Un formato que ha llegado para quedarse.

Estoy convencido que los conciertos en streaming han venido para complementar a los conciertos en directo. Pienso que cada vez los iremos valorando más como una vía que no sustituye, pero sí complementa a los conciertos en directo. Estos conciertos tienen un público potencial muy importante entre aquellas personas que no puedan o no quieran asistir al concierto en directo. Consideramos algo normal que un partido de fútbol se retransmita por TV y lo mismo tiene que ocurrir con los conciertos en vivo y en directo, con público y al mismo tiempo retransmitidos en streaming. No creo que debamos infravalorar el potencial de los conciertos retransmitidos en streaming que se pueden ver desde cualquier parte del mundo, sin limitaciones geográficas, incrementando el aforo real de los asistentes a los conciertos en vivo con el aforo virtual. 

¿Qué banda sonora le pondría a la pandemia?

Esta pregunta la contestaría mejor que yo mi admirado Joan Valent. Es una pregunta para ser contestada por un compositor más que por un intérprete. La banda sonora de la pandemia, desde mi punto de vista, sería una narración sonora que transformaría, de golpe, el jolgorio, la alegría, el sonido alegre y dinámico de la vida de todos nosotros en un silencio desgarrador que nos lleva al vacío más absoluto. Un vacío, un silencio roto por la presencia y mérito de los únicos a los que la COVID no consiguió parar ni en los peores momentos, nuestros médicos, nuestros sanitarios y nuestros trabajadores esenciales. Un vacío, un silencio roto por la lucha por la vida de los millones de personas contagiadas en todo el mundo, sonido de respiradores y otra vez el silencio y el vacío de los que no pudieron superar la enfermedad. Y al final otra vez el resurgir de la música que vuelve a la vida de todos nosotros, que nace del saber humano, que nace de la investigación que nos han traido las vacunas y con ellas el final del vacío, el final del silencio y la vuelta de la música , otra vez la música alegre, la música para la esperanza y para la vida. Todo ello creo que queda perfectamente sintetizado en las seis sonatas y partitas de Bach, que van en progresión, desde el sentimiento enigmático y oscuro de la primera Sonata en sol menor hasta la Partita número tres en mi mayor que representa la esperanza y la recuperación del optimismo.

¿Cómo se ha vivido la pandemia en EE UU?

He vivido la pandemia como todos, como una pesadilla que llegó sin que nos diéramos cuenta y que ha truncado muchas vidas y ha tambaleado, como nunca antes habíamos imaginado, nuestro sistema de vida. El 1 de enero de 2020 iniciábamos el "Año Beethoven", durante el cual íbamos a celebrar por todo lo alto el 250 aniversario del nacimiento del compositor alemán. Las previsiones de celebraciones eran muy numerosas y continuas en todo el mundo. En esta tesitura estaba yo que, entre muchos conciertos previamente contratados, el 1 de marzo debía haber iniciado una gira de conciertos titulados "China Beethoven Recital Tour", que me llevaría a tocar obras de Beethoven en el Gran Teatro de Shanghai y de allí a otros importantes auditorios de diferentes ciudades de China. China estaba entonces en plena pandemia desbocada de coronavirus. Aquello nos parecía muy lejano y que no iba con nosotros, pero nos equivocábamos. Lamentablemente, con una velocidad exponencial la Covid-19 se fue extendiendo por los diferentes países del mundo y también llegó a Estados Unidos con una fuerza de propagación tremenda. A partir de aquí, el efecto dominó de la Covid había comenzado con sus consecuencias desastrosas y, hasta la aparición de las vacunas, imparables. Uno a uno se fueron suspendiendo todos y cada uno de los conciertos que tenía previstos para una temporada que me tenía que llevar a tocar por Europa, Asia y América. De repente nos vimos forzados a cambiar la música, los conciertos, por el silencio y por el confinamiento más absoluto. A nivel personal esto me produjo desazón, inquietud, preocupación e incluso impotencia. Pero, desde pequeño, estoy acostumbrado a que cuando uno se cae, hay que intentar levantarse lo antes posible. Llegué a la conclusión de que había llegado el momento de levantar la mirada y de ver más allá de la Covid y, mientras tanto poner el que más me gustaba, lo que mejor ser hacer al servicio de los demás, ya fuera con interpretaciones al aire libre con distancia social y medidas sanitarias o con conciertos en streaming. Creé varios videos que todavía están presentes en internet para enseñar la técnica del lavado de manos en 20 ó 40 segundos escuchando precisamente música de Bach.

Su agenda de los próximos meses también incluye un recital con el pianista Matthias Kirschnerheit en el Caiassa Festival el 5 de agosto. 

Tengo una gran ilusión puesta en mi participación en la primera edición del Caiassa Festival que organiza y promueve Joan Valent en Algaida. En esta ocasión tocaré junto al prestigioso pianista alemán Matthias Kirschnerheit. Tocaremos un programa muy atractivo formado por sonatas de violín y piano de Debussy, Paderewski, Schumann y Brahms. Será el mismo programa que habremos tocado unos días antes en el Gezeiten konzerte en el norte de Alemania. Para mí es un honor tocar con Matthias Kirschnereit, un gran pianista con el que comparto muchas ideas musicales. Un pianista que vive y siente la música, que siempre busca el fraseo ideal. Comparto con él también la pasión por la música de cámara. 

También tiene previsto su debut en el Festival de Mecklenburg-Vorlpommen con la pianista Tomomi Sato el 15 de Julio. 

Hace años que trabajo con la pianista Tomomi Sato, violinista japonesa afincada en Nueva York. Hemos tocado juntos en multitud de sitios y ocasiones, entre ellas en la Phillips Collection en Washington, en la cadena de radio WRTI-FM de Filadelphia, o el Classical Mujic Institute de San Antonio. Este verano participaremos en el Festival de Mecklenburg-Vorlpommen. Presentaremos, entre otras obras, la Sonata número 2 de Schumann entre 1830 y 1838. Es una obra muy del gusto del público por su variedad y sus exigencias altamente virtuosas.

¿Qué tal le ha sentado a Esatdos Unidos el cambio con Biden?

Joe Biden está demostrando ser un gran presidente, una persona tranquila y reflexiva, un político de una gran experiencia que se ha rodeado de un gran equipo que está llevando a cabo una gestión brillante y eficaz de la tremenda crisis sanitaria, social y económica producida por la COVID. Biden fue capaz de poner en marcha, desde el minuto uno de su llegada a la Casa Blanca, un gigantesco y eficaz plan masivo de vacunaciones que empezaron literalmente en Navidad. Ha sabido movilizar magistralmente todos los medios civiles y militares con los que cuenta Estados Unidos para ponerlos a vacunar, a salvar millones de vidas y así ha sido y continúa haciéndolo. A día de hoy ha conseguido vacunar al 50% de la población, y no hemos de olvidar que estamos hablando de una población cercana a los 330 millones de habitantes. La gran mayoría de las personas mayores estuvieron vacunadas antes de finalizar enero, en menos de un mes. Desde principios de mayo se está vacunando a partir de los niños mayores de 12 años y está previsto vacunar a los más pequeños antes de que empiece el próximo curso escolar. Los efectos de las vacunas en la paralización del número de contagios, hospitalizados y fallecidos es más que evidente, con descensos en las tasas de incidencia que van del 20% al 40%. A nivel social y a nivel económico la administración Biden - Harris ha sido capaz de poner en marcha y de mantener en el tiempo una serie de ayudas económicas directas a familias y empresas que han llegado a todas las capas de de la sociedad afectada por la pandemia. Esto ha sido importantísimo y de una rapidez y eficacia ejemplar. Ayudas de todo tipo, ayudas para las personas que perdieron sus empleos y que recibieron asistencia económica para pagar los alquileres, para hacer frente a las hipotecas o al pago de facturas. Ayudas que han llegado a las familias en un tiempo récord, casi de forma inmediata a su solicitud, mediante cheques nominativos, transferencias bancarias o tarjetas de débito. Para los casos más extremos hay en marcha un sistema de cupones para alimentos y programas de comidas gubernamentales. Y ahora se está poniendo en marcha un ambicioso plan para invertir billones de dólares desde ahora mismo que se incrementarán anualmente para infraestructuras, educación y atención médica, lo que va a ser la inversión pública más alta desde la Segunda Guerra Mundial.

Compartir el artículo

stats