El regreso de L.A., ese sonido de rock estadounidense mecido a orillas de una isla llamada Mallorca, todo pasado por el tamiz de Luis Alberto Segura, se materializó ayer en un showcase íntimo que tuvo lugar en Es Gremi, el mismo lugar donde se despidieron (de manera temporal) hace dos años y medio. (vea aquí la galería).

La banda defendió los nuevos temas de Evergreen Oak, un disco concebido como un paseo telúrico entre árboles, bajo la luz de la luna (On the Moon) y en contacto con los espíritus protectores de nuestros antepasados (Judy), metiendo los pies en el agua (Underwater Masquerade, con producción de Sergio Llopis), hasta la salida del sol, no sin antes empaparse en la tormenta de Storms. Un disco de sonido orgánico -no es el primero de estas característica del legado de Segura, recuérdese SLNT FLM-, que mira hacia dentro, intimista.

Sobre el escenario, reencuentro de Luis, Pep Mulet y Ángel Cubero con los fieles a la banda. La nueva incorporación, el batería Pedro Moyá.

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L.A. vuelve a sonar en casa con ‘Evergreen Oak’ M. MIELNIEZUK