Esta tarde, la església del Convent de Manacor acoge un concierto con obras de Johan Sebastian Bach, guiado por la actriz Caterina Alorda, que, para ello se sumerge en el papel de Anna Magdalena, la segunda esposa del compositor. El clavecinista Tomeu Seguí y el violagambista Fahmi Alqhai serán los intérpretes musicales. La cita es a las 19h.
¿Qué nos vamos a encontrar en este espectáculo?
Primero, quiero decir que se trata de un concierto. No nos encontraremos con un teatro apoyado por la música, sino en un recital de música, apoyado por la palabra. El verdadero protagonista es la música de Johan Sebastian Bach.
Bach escribió música para que su mujer y sus hijos pudieran practicar y estudiar.
En efecto, pero los dos intérpretes no se limitarán a las obras del llamado Álbum de Anna Magdalena. Ella nos va a servir de excusa para ir combinando las diferentes partituras. En el fondo lo que queremos es hablar de Bach y escuchar su música.
¿De dónde han surgido los textos que han incorporado a la función?
Nos hemos basado en un libro apócrifo, Petita crónica d’Aina Magdalena. Se trata de una historia narrada y que hemos tenido que pasar a otro formato, el teatral.
¿Qué se pretende con la inclusión de esa figura, tan importante en la vida del compositor?
Pues introducir una mirada nueva, en femenino, sobre como debía ser compartir la vida con un genio como Johann Sebastian. Intentaremos destacar un aspecto emocional, que a veces pasa desapercibido cuando solamente se escucha la música.
Usted ha trabajado teatro en el que la música acompaña, aquí es al revés, la palabra acompañará a la música.
Aquí lo importante es la banda sonora, la palabra y la acción teatral acompañan a la música, que por sí sola ya es excepcional. Simplemente nos hemos planteado acompañar esa escucha. Como bien señala el personaje de Anna Magdalena, para Bach era muy importante la conversación. La palabra, para Bach, era motivo de inspiración. Así que incluir un personaje hablado en el concierto tiene razón de ser, eso sin olvidar que se trata de un concierto, no de un teatro con música.
¿Cómo imagina al personaje?
De pequeña estatura, pero con una energía desbordante. Una mujer muy potente, con mucho carácter. Una dona d’empenta.
¿Cómo fue la relación entre Anna Magdalena y Bach?
No fue solamente conyugal, también lo fue profesional, ya que ella le acompañaba a la hora de componer o cuando daba clases, siempre estaba a su lado, como parte de su familia, pero también como profesional de la música que era. Ella era consciente de que vivía al lado de un genio.
Y el día a día ¿Cómo lo imagina?
Pues sin tiempo para muchas cosas, piense que la familia estaba formada por ellos dos, sus hijos y los del matrimonio anterior con María Barbara. Algo de eso explicamos en esa propuesta. Contamos la anécdota de la llegada a Leipzig y según la cual parece que Bach prefirió ver y tocar primero el órgano de la iglesia de Santo Tomás a ver la casa en la que debían alojarse.
Usted ya sabe los que es vivir con un músico.
(Sonríe), Sí, todo ayuda. En casa la música está siempre presente.
No es la primera vez que participa en un proyecto musical.
Cierto, ya había trabajado en un espectáculo musical para niños, basado en el cuento de Babar de Poulenc, otro con música de Satie y otro con la Història d’un soldat de Stravinsky, entre otros proyectos. Pero, esta es la primera vez que interpreto un personaje real de la historia de la música.
