Aatomic Lab denunció ayer en un comunicado el silencio administrativo demostrado por el IEB después de que presentaran alegaciones a la resolución de unas ayudas "y al recurso registrado hace dos semanas por nuestra asociación".

"Queremos informar del proceso que estamos realizando para reclamar una concesión más justa e igualitaria de las ayudas y dar continuidad a los criterios de adjudicación de años anteriores. ¿Por qué un cambio a peor de un criterio que hasta este año era más justo? ¿Hay una directriz política?", se preguntan.

El pasado 20 de diciembre, la asociación presentó alegaciones a la resolución provisional de las ayudas a Fires i Festivals del IEB, donde la asociación cultural Aatomic Lab fue declarada beneficiaria, con cero euros concedidos por crédito agotado, "en relación con el sorprendente cambio de planteamiento de asignación de las ayudas por orden de entrada y no con reducción porcentual a todas las asociaciones beneficiarias. Esta alegación no obtuvo respuesta motivada por parte del IEB".

En cuanto al recurso de reposición, registrado el 26 de enero, "seguimos sin respuesta administrativa a día de hoy".

Aatomic Lab pide en el comunicado una resolución más justa y ajustada al principio de igualdad, mediante la aplicación del criterio de prorratear el importe global máximo destinado a la convocatoria entre todas las asociaciones sin ánimo de lucro, beneficiarias de las ayudas de ferias y festivales de 2020, que cumplen los requisitos para ser beneficiarios.

"En este caso concreto, en la concesión de las ayudas públicas, la Administración no puede incentivar mecanismos competitivos o potencialmente arbitrarios, radicalmente contrarios a criterios de la cooperación y el procomún", concluyen.

Carta a la conselleria

Hay que recordar que inco asociaciones culturales de la isla, relacionadas con el ámbito musical y las artes visuales, enviaron a finales de diciembre una carta a la conselleria de Cultura lamentando que el IEB las haya excluido de la línea de subvenciones de ferias y festivales. «Con un recorte de 200.000 euros respecto a la convocatoria de subvenciones de 2019, para la producción de ferias y festivales, y un criterio de concesión competitivo, el IEB deja fuera a cinco asociaciones sin ánimo de lucro con cero euros de ayuda, por crédito agotado, pese a que las entidades tenían que haber desarrollado sus proyectos y cumplido los requisitos exigidos para ser beneficiarios de la línea de ayudas de 2020», escriben las entidades en una nota enviada a los medios. De las cinco entidades que han quedado fuera de las ayudas, dos no habían alcanzado la puntuación mínima exigida para acceder a las mismas.Las entidades critican también que hasta el 15 de diciembre el IEB no publicó la resolución provisional, «pero exigía de acuerdo con las condiciones de la convocatoria que el mismo día 15 las asociaciones habían de haber realizado el festival y haber pagado todas las facturas». 

Señalan también que a la vista de la resolución del IEB «se han quedado en una situación económica muy débil y de deuda, una posición muy vulnerable para poder tirar adelante proyectos socioculturales».

Según los firmantes de la carta, el IEB no se está actualizando ni transformando para «cuidar y facilitar las iniciativas y motivaciones reales, para el desarrollo comunitario, que surgen de las asociaciones sin ánimo de lucro». Es por ello que, añaden, se sienten «desatendidos, incomprendidos, desmoralizados».

«Lo que pedimos es que se entienda que nosotros no somos entidades económicas que operan en el mercado de la competencia, nuestros objetivos son otros, como formar parte de una gran red de acontecimientos culturales para todas las islas y que realizamos aquello que el sector económico tiene olvidado o está fuera de sus objetivos», señalan en el escrito.

Por este motivo, las asociaciones piden ser «escuchadas» y que haya separaciones en las subvenciones entre «empresas, ayuntamientos y asociaciones», ya que los objetivos son totalmente diferentes.

Firman la carta las asociaciones siguientes: Aatomic Lab, Acadèmia 1830, Pecan Pie, Ensemble Tramuntana y la Sociedad de Conciertos de Palma. Alternatilla, que no está en el mismo caso que las anteriores porque sí ha conseguido la concesión de la subvención (el máximo de 40.000 euros), pone su rúbrica de apoyo en el escrito.

Para Paco Espinosa de Aatomic Lab, el IEB les está obligando a competir entre ellos para ver quién es el más rápido en entregar la documentación para conseguir la subvención. «¿Qué criterio es ése? ¿Por qué no valoran la incidencia social que tienen los proyectos? Ciertos proyectos de cariz sociocultural, como el nuestro con las mujeres de La Soledat, se van a quedar en el aire por falta de sensibilidad de la conselleria», señala. Desde Aatomic, asegura, interpondrán un recurso de reposición «para que rectifiquen». «Debería dictarse una nueva resolución donde corrijan y apliquen una minorización en las cantidades de todas las ayudas concedidas para que se solucione esta situación. Es un criterio que se aplicó precisamente el año pasado. A nosotros nos dieron la ayuda y se aplicó una minorización de un 13 o 14% a todos los beneficiarios para que se repartiera entre todos y se aplicara mejor el criterio de igualdad», cuenta Espinosa, quien comenta que su asociación no ha estado representada en muchas de las reuniones que la conselleria ha tenido con el sector. «¿Quién es el sector? ¿Somos todos? Por ejemplo, nosotros no estamos representados y hacemos proyectos que tienen un impacto directo en la comunidad».

Por otra parte, pide que las resoluciones se contrasten entre distintos servicios jurídicos de la conselleria. «Que no sean los mismos que han denegado las alegaciones o dado el visto bueno a las convocatorias», concluye. 

Malestar también con las ayudas a investigadores

El Institut d’Estudis Baleàrics (IEB) suma descontentos con su política de subvenciones, ya que ha otorgado sus nuevas ayudas para paliar la crisis en la cultura a catedráticos y profesores titulares de la Universitat y a un empleado del propio IEB en detrimento de otros investigadores con menos recursos para realizar esta labor. Varios afectados denuncian la «falta de ética» en la adjudicación de la convocatoria dotada con 200.000 euros para una veintena de proyectos (cada uno obtiene 10.000 euros), porque en teoría su finalidad era ayudar con urgencia al sector cultural a sobrellevar la crisis, tal como detallan las bases en su introducción.

Sin embargo, critican entre otras cosas que «la puntuación no ha baremado el nivel económico ni las bases limitaban el acceso a determinados investigadores, a diferencia de lo que ha hecho el Consell recientemente con otro concurso, donde prohibía que se presentasen profesores universitarios». También «chirría» que un funcionario del Institut d’Estudis Baleàrics haya sido uno de los 20 adjudicatarios, destacan. Creen que los 55 aspirantes a redactar un proyecto con los 10.000 euros del instituto, «un caramelo goloso», no han participado «en igualdad de condiciones».