Tras seis meses trabajando juntos, el reputado ingeniero de sonido Hay Zeelen se despide de su estudio, durante años paso obligado para la mayoría de grupos y solistas que aspiraban a un producto de calidad, para entregarle el testigo a Frederic Català Marín. «He estado todo este tiempo aprendiendo de él, copiando el librillo que tiene y estoy preparado», afirma este alaroner de 35 años.

Será el próximo mes de febrero cuando Català se ponga al frente del Mallorca Mastering, nombre con el que ha bautizado al hasta ahora estudio de Zeelen, en Santanyí. El ingeniero holandés, con más de 30 años de carrera, lo puso a la venta el pasado mes de septiembre y encontró comprador a finales de octubre. «La primera vez que vi la sala, flipé», confiesa el nuevo propietario, con años de experiencia en la producción y también en el oficio de músico.

La intención de Català es dedicarse «principalmente al mastering, el último proceso creativo y técnico antes de la distribución comercial de las canciones», apunta. Una tarea que consiste en optimizar la calidad del sonido, utilizando el oído, un equipo profesional y una acústica neutral, corrigiendo errores, si los hay, para lograr que esa grabación suene perfectamente tanto en cedés y vinilo como en plataformas digitales.

«También me gustaría grabar, tener una pequeña sala de grabación en la casa. Estoy abierto a todo tipo de música», aclara. En su agenda, de momento, figuran pocos proyectos. El primero, al que se entregará ya en febrero, pasa por un grupo de hip hop cuyo nombre prefiere no dar, por aquello de la confidencialidad.

«Estoy solo en esta aventura. Mejor solo que mal acompañado. En cualquier caso he recibido y recibiré la ayuda económica de amigos y familiares. A ver si hay suerte y la empresa sale adelante. La ilusión la tengo», comenta.

«Es cierto que ahora no hay mucho trabajo y reina la incertidumbre, pero el trabajo creo que no me faltará en el estudio. Muchos grupos hacen grabaciones caseras, algunas buenas, y hay mucho material para editar. La música en vivo pasa por malos momentos pero los grupos siguen funcionado de puertas para adentro, creando y grabando», señala.

Nacido en Barcelona en 1985, Frederic Català, que se considera «alaroner cien por cien», llegó a Mallorca por recomendación médica. «Tenía dos años cuando pillé la tosferina. Me aconsejaron un cambio de aires y mis padres decidieron venirse a Alaró», aclara. Sus primeros pasos musicales los dio en la Serra, en Bunyola, con un grupo de rock, de corte indie, Iyagi, «muy amateur, y en el que tocaba la guitarra». Con el tiempo dejó el escenario para montar su propio estudio de grabación, en s’Escorxador de Alaró, hasta que «unos punkis me robaron el equipo y tuve que empezar de cero», lamenta.

En Mallorca Mastering no empezará de cero. El nombre de Hay Zeelen, cuya huella puede encontrarse en más de 10.000 discos, algunos de grupos y solistas de la talla de Joe Jackson, Level 42, Tears For Fears, Zucchero, Robert Palmer, Sepultura o The Prodigy, le puede ayudar para publicitar su nueva empresa, aunque advierte que no piensa convertirse en un «Hay Zeelen 2.0. Tendré que labrarme mi reputación».

«Hay es un crack. Le he comprado todo el equipo de sonido, también la nevera y el horno. Su experiencia acumulada es brutal. Es un maestro a la hora de analizar los temas a nivel técnico y emocional», asegura.

El adiós de Zeelen, anunciado en redes sociales el pasado mes de septiembre, fue recibido con sorpresa por la comunidad musical de la isla, con muestras de apoyo y cariño tanto de músicos, como Eloy Pardo (Still Morris) y técnicos, como el afamado productor Antoni Noguera, con quien el holandés siempre tuvo una buena relación.

«Estoy muy triste, pero la actual situación económica es la que es, así que me retiro y ofrezco mi estudio de grabación de Santanyí a quien quiera alquilarlo», confirmó Zeelen a este diario tras publicar la noticia en su perfil de Facebook. También confesó que ha recibido «muy buenas ofertas» para seguir en su profesión, pero a sus 67 años prefiere descansar. «Tampoco me apetece empezar en un nuevo estudio en Holanda. Lo dejo», subrayó. «Mi mujer ha obtenido un buen trabajo en Holanda, algo que aquí es imposible, por lo que hemos decidido hacer las maletas».

La profesionalidad de Zeelen ha quedado de manifiesto hasta el final de sus días en la isla. Entre sus últimos trabajos con grupos mallorquines figuran los realizados para The Prussians, Toni Monserrat (el músico que le puso en contacto con la escena musical a su llegada a Mallorca), Donallop o Blai Vidal, quien agradece «el talento, la maestría y el cariño» de Hay en su trabajo de mastering.

También ha cultivado la pedagogía musical los últimos meses, no solo con Frederic Català, a quien define como «el mejor alumno», también con los más jóvenes, como los alumnos del colegio Bisbe Verger, que visitaron su estudio para descubrir cómo la calidad del sonido se deteriora cuando lo conviertes en un MP3 o cómo los códecs del streaming comprimen el sonido y así pierden mucho detalle y profundidad.