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Bernardí Roig: «El arte es un baluarte de resistencia a la idiotez algorítmica»

El artista mallorquín propone dos proyectos cruzados en Múnich y Barcelona con obras inspiradas en Goya y en la neurosis de las contraseñas

Bernardí Roig, en una imagen tomada en Es Baluard. dm

En estos días de confinamiento, distancia preventiva y relación higienizante con la materialidad del mundo, Bernardí Roig ha experimentado una acentuada neurosis frente a su propia obra. «Estamos tan invadidos por las pantallas y los passwords que un día tuve la sensación de que el dibujo también me pedía un código secreto, y en todo este delirio, intenté introducir el código pero mi propia obra no me dejaba entrar en ella, y me puse a escarbar en mi cerebro buscando esa contraseña. Entonces, empecé a pensar que quizá también había olvidado cómo acceder a mi propia memoria», relata el artista mallorquín. En este estado de neurosis y agobio disparatado, Roig se puso a crear obras, «que no son más que residuos de mi memoria», una piezas que se inaugurarán el próximo día 3 de diciembre en la galería Miguel Marcos de Barcelona.

«El arte es un baluarte de resistencia a la idiotez algorítmica»

«El arte es un baluarte de resistencia a la idiotez algorítmica»

El resultado es una exposición «muy carnal», en la que Roig resolvió el delirio con mucha más escultura que dibujo. Estos trabajos recopilados bajo el título de Restricted Access exploran, como es habitual en la trayectoria del mallorquín, la dificultad de mirar, la quietud de una soledad blindada y la esterilidad del lenguaje. La muestra propone una trampa de la mirada.

«El arte es un baluarte de resistencia a la idiotez algorítmica»

«El arte es un baluarte de resistencia a la idiotez algorítmica»

El artista asegura que una de las partes que más disfruta de los proyectos expositivos es «la albañilería», preparar las paredes y jugar con los espacios, «es maravilloso porque es algo que hemos perdido con esta pandemia», sostiene. Un virus que ha retrasado hasta en tres ocasiones las exposiciones que tenía previstas en los pasados meses.

Roig, que alaba los pensamientos que el filósofo surcoreano Byung-Chul Han emite desde Berlín, está convencido de que en estos momentos «el arte es un baluarte de resistencia a la idiotez algorítmica».

«El arte es un baluarte de resistencia a la idiotez algorítmica»

«El arte es un baluarte de resistencia a la idiotez algorítmica»

El otro delirio en torno al que ha estado trabajando el mallorquín es el paradero de la cabeza de Goya, un enigma cuyos resultados expone en la galería Klüser 2 de Múnich. «Cuando se exhumó su cuerpo, enterrado en Burdeos, vieron que faltaba esa parte del cadáver. Alguien la robó. Pero esa cabeza no desapareció de forma definitiva, sino que su aliento se instaló en el interior de otras mil cabezas, entre ellas la mía», confiesa Roig. «He acabado construyendo un itinerario de imágenes de esa decapitación. La exposición es una tentativa de hacer presente la ausencia de la cabeza de Goya y encarnar en el temblor de una mano que dibuja la posibilidad de un retrato», explica. Roig se ha inspirado para los grandes formatos en los retratos en miniatura de Jean-Auguste-Dominique Ingres, donde flotan lo siniestro y lo reprimido.

Uno de los dibujos en torno al proyecto de la cabeza de Goya que se expone en Múnich.

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