“Todo empezó como un hobby”, dice Blanca Martín. Ella es el alma de The Bleuve, una firma nacida en Mallorca cuyas cazadoras vaqueras vintage personalizadas están triunfando más allá de nuestras fronteras. Blanca Martín estudió publicidad en Salamanca, de donde es originaria, y vino a vivir a Mallorca hace tres años con su pareja que es de la isla. “Primero trabajé en el Palau de Congressos y después en una agencia de marketing”. Emprender llegó de una forma natural, a medida que fueron aumentando los pedidos y eso ocurrió, curiosamente, durante el confinamiento: “Le pinté una cazadora a mi bebé con un arcoíris, colgué una foto en Instagram y fue un boom”. Las peticiones crecieron y Blanca donó los beneficios de esas prendas a Cruz Roja.
La diseñadora está ultimando su próxima serie inspirada en la ‘roba de llengües’ y la naturaleza mediterránea
Aunque ya no pinta cazadoras para niños, ese fue el inicio de The Bleuve: “Estamos muy contentos. Ahora hay un auge de la moda sostenible y la sociedad está cambiando, se meditan más las compras”, explica. Siguiendo esta tendencia cada vez más en auge Blanca explica que la marca “se basa en tres valores: la naturaleza, ese hábitat en el que conectamos con nosotros mismos, en el arte y en la moda sostenible”.
Las cazadoras de segunda mano son la materia prima sobre las que Blanca imprime su sello personal, pintando a mano cada pieza, lo que las hace únicas y con las que ha conseguido ser tendencia: “Son vintage, están higienizadas, cada una es diferente. Hacemos ediciones limitadas y también personalizadas”. Explica Blanca que se siente muy cómoda trabajando con esta prenda como base, aunque este verano también ha lanzado una línea de tote bags: “Todo el mundo tiene una cazadora vaquera en el armario, es una pieza clave de otoño y de primavera, es atemporal y la tela es muy duradera”. Otro de los motivos por los que Blanca considera importante reciclar prendas denim es que el proceso de fabricación y tintado de estas telas es muy contaminante: “Requiere muchos lavados, para fabricar un pantalón se gastan muchísimos litros de agua”, explica la creadora. Por eso incide en que al “utilizar prendas que alguien no ha querido y les das una segunda vida. Es un proceso circular”. Sobre sus piezas apunta que « sin ser de lujo, tampoco son baratas y antes de comprarlas lo meditan, la quieren y les hace ilusión”. Blanca explica que en The Bleuve someten las prendas a un proceso de upcyling: “Se trata del reciclado de ropa de forma creativa”, dice la diseñadora que también sigue la filosofía del made to order, para reducir el stock.
Su colección mantón de Manila con inicial ha sido un éxito. El cosido de los flecos en forma triangular sobre la espalda de la cazadora produce el efecto de un mantón. Además, los clientes también pueden pedir un dibujo personalizado e incluso enviar su propia cazadora. Blanca disfrutar llevando a cabo los encargos que le llegan a través de su página web o de su perfil de Instagram: “Asociar una cazadora a una clienta con la que he conversado y entendido lo que quiere y he intuido como es. Me gusta esa parte del trabajo”.
La revista de moda ‘Elle’ le dedicó un reportaje haciéndose eco del éxito de su prenda icónica
Sin embargo, hay lugar para otros motivos en las cazadores The Bleuve. En cncreto la creadora está ultimando su colección Ikat inspirada en la roba de llengües mallorquina: “Utiliza tres colores: mostaza, burdeos y verde oliva combinados con detalles florales y naturales del Mediterráneo, sobre todo de la isla”.
