“Soy Clitemnestra, esposa de Agamenón”. La voz de la actriz Núria Prims llena la sala grande del Teatre Principal. Su personaje está a punto de saber que su marido sacrificará a los dioses a la hija de ambos, Ifigenia, una muerte que Clitemnestra vengará ayudada por su amante Egisto. Tras un retraso de seis meses impuesto por la pandemia Clitemnestra, la casa del noms, dirigida por Agustí Villaronga, recala el próximo 24 de septiembre a las 20.00 horas en el Principal. Prims encabeza el reparto que cuenta también con los actores Josuè Guasch, Marc Bonnín, Sara Sánchez, Marina Font y Aitor Gabaldà. Con su estreno programado para el pasado mes de marzo, el proyecto ha superado muchas dificultades hasta poder encajar de nuevo en la programación de la sala donde podrá verse hasta el próximo domingo, siendo esta última función emitida también en streaming. 

“Esta obra representa la resistencia absoluta de la cultura. Ha sido necesario cuadrar de nuevo las agendas de los actores, el presupuesto de la sala y el calendario. Llevamos más de medio año dedicado a este montaje y ha sido un tiempo muy intenso”, recordó Josep Ramon Cerdà, director del Teatre Principal, durante la presentación del montaje. “En ningún momento se ha perdido la ilusión”, explicó Villaronga. Arropado por todo el equipo técnico y artístico el cineasta mallorquín destacó que “hemos formado una familia y aunque somos personas muy diferentes no me he sentido mal en ningún momento”. La Clitemnestra que presenta Villaronga se aleja de la malvada y traicionera mujer que durante siglos ha canalizado el mensaje misógino de la tradición occidental. Tras su adaptación teatral de El testamento de María, el director mallorquín ha recurrido de nuevo a un texto de Colm Tóibín para su regreso a los escenarios. De la mano del escritor irlandés, Villaronga vuelve a dar voz a una mujer dándole al oportunidad de contar su historia sin intermediarios. Así, el espectador conocerá a una Clitemnestra más humana, que se ha construido prescindiendo de la tradición y que aporta una nueva sensibilidad. 

Contento de regresar a Mallorca y al Principal, Villaronga destacó que la obra es una “propuesta diferente” en el sentido de que podría haberse planteado como un monólogo, al igual que El testamento de María. Sin embargo, el director ha decidido dar voz al resto de implicados, aunque siempre desde el punto de vista de Clitemnestra. Esos otros personajes no abandonan en ningún momento la escena conformando la constelación familiar que permitirá al personaje principal explicarse desde esas otras voces. Y aunque Villaronga admitió la reivindicación de esta figura femenina también matizó que “la base de esta función es que cuestiona los poderes absolutos y analiza todos los condicionamientos de la libertad desde las estructuras de poder”