Qué bien se vive en Mallorca a una postal, variats i sopes (...) idò, no tot és tan guai. Aquí sempre hi ha hagut més barruts que matancers, tothom vol sobrassada, però ningú fa net els budells. Así es como Sion Moyà, colaborador de DIARIO de MALLORCA y graduado en Filosofía, retrata en su poema Mallorcan Way of Life la realidad del verano mallorquín.

El vídeo en el que sale recitando estos versos lo publicó ayer, martes 18 de agosto, en sus redes sociales. En su cuenta de Instagram (@sionades) ya acumula más de 12.000 reproducciones.

"Me dan mucha rabia los anuncios en los que se representa lo que es Mallorca a partir de unos señores que vienen aquí a pasar sus vacaciones. Los paisajes son chulísimos, las casas increíbles... Pero no se ve nunca la mierda que hay detrás y que tenemos que aguantar los locales durante todo el año", explica. Considera que esta publicidad de la isla es "reduccionista" y que solo enseña el "aspecto positivo" de un verano en Mallorca. "Se olvidan de toda la parte que incluye los lobbys hoteleros, los vertederos ilegales... Hacía mucho tiempo que me apetecía hacer algo similar a un antianuncio. Y pienso que lo que recito en Mallorcan Way of Life es lo que tendría que decir este antianuncio", sostiene Moyà. No obstante, es muy consciente de que este año es diferente y que hay mucha gente sufriendo las consecuencias de la crisis sanitaria, y que este "invierno será larguísimo" para muchas familias: "Cuando hablo de esto no significa que no quiera turismo, sino que hay que apostar por otro modelo, menos precario, menos agresivo con el paisaje y el medio ambiente. Lo que no me gusta es que solo se venda una imagen de la isla".

Xalets a mig esbucar, rent a cars, un safari a s'Arenal, feines precàries, temporalitat, infraestructures a rebentar, continúa en su poesía, evidenciando y enumerando sin filtros ni edulcorantes algunas de las conecuencias del turismo masivo y el turismo como única industria fuerte en Mallorca. Es así como le gusta escribir: "No soporto la ideología felicista que nos empuja a decir todo el rato que todo esta bien, que no hay que enfadarse y que lo malo no existe. Publiqué el poema como una crítica a todo esto. A mí me gusta el realismo sucio, decir las cosas como son y por su nombre, sin olvidar que pueden ser maravillosas con sus deficiencias".

No es la primera vez que Moyà publica un vídeo suyo recitando un poema crítico y alejado de la romantización de algunas situaciones: pasó durante el confinamiento, el día 10 de mayo, cuando compartió en su Instagram Un fantàstic dia de merda, un poema que firma el de Binissalem y que acompaña con un vídeo del artista pobler Pere Plomer. Transites pesat i polsegós des llit a nes sofà, des coixí a sa manta, de sa cuina a sa sala, des bany a sa terrassa, de fora cap a dins. I torna a comença, i torna a començar, decía en ese poema. "Quisimos ofrecer nuestra visión del encierro en contra de la mirada idealizada del confinamiento. No todo fue fantástico para todos, hubo mucha depresión", recuerda Moyà.

Además de estas letras más punzantes, el binissalemer también publica otras más personales. Empezó, precisamente, durante el confinamiento, cuando quedó bloqueado todo el país y, con éste, el circuito de Poetry Slam de la isla. Uno de los lugares donde se acercaban interesados e inquietos era el Café a 3 bandas -que ha cerrado sus puertas de manera indefinida-, donde Moyà subió un escenario por primera vez en su vida en enero de 2019, cuando La subversiva organizaba estos eventos. "Para no dejar de atreverme a recitar empecé a subir los vídeos en Instagram. Estos espacios en los que se organizan micros abiertos son muy interesantes porque apuestan por gente sin perfil artístico, y permiten que cualquier persona suba al escenario, que se sienta escuchada y artista por unos momentos", reivindica el colaborador de este periódico.

Moyà asume que este tipo de poesía, más cercana al rap, no guste a muchos de los escritores y escritoras consolidados de la poesía canónica. También apunta que él no es un gran lector de poesía, y que fue un día que acudió a un Poetry Slam cuando empezó a interesarse por este lenguaje. "Los recitales a los que había ido me parecieron demasiado encorsetados, y cuando vi uno de estos encuentros de Poetry Slam, tan diferentes, me llamó mucho la atención. Se juega mucho con la expresión, con la teatralidad. Es cierto que a veces nos olvidamos de la métrica, pero interesa la rima, los ritmos. Y llevar al fango la realidad con la poesía", describe el autor, que ha visto como sus seguidores, reproducciones y comentarios en sus poemas han aumentado de manera formidable en cuestión de meses.