¿Estás deprimido? ¿triste?, no desesperes. Los inmortales Beatles son un lugar al que ir cuando a uno le viene el bajón... ¿no lo sabías? Pruébalos, el mejor caramelo para momentos agrios y delicados.

Los cuatro de Liverpool son mi mejor pasatiempos en soledad, cuando pienso en esas cosas que "dan vueltas en mi cabeza", cuando mi mente está donde no tendría que estar. Con sus canciones -como Any Time at All y Here Comes the Sun- olvido el dolor y además me hacen saber, como me ocurre con There's a place, la elegida para el día de hoy, que "no habrá un triste mañana".

There's a place fue compuesta en el año 1963 por John Lennon y Paul McCartney en la casa de este último, en Forthlin Road, lugar de peregrinaje para los devotos de la beatlemanía. Figura en el primer álbum de The Beatles, Please please me, y en ella la pareja más prolífica de la historia del pop comparte la voz principal con George Harrison. Es uno de los primeros temas innovadores de los Beatles, diferente, con una intro de armónica y bellas armonías vocales. Una delicia para los sentidos. Para su título se inspiraron en la canción de Leonard Bernstein y Stephen Sondheim Somewhere, de la película West Side Story.