Aina Bauzà asumió el pasado mes de septiembre la dirección general de Artes Visuales del Ayuntamiento de Palma. Espera convertir el Casal Solleric en un centro urbano, abierto a la ciudadanía y generador de procesos de diálogo y confrontaciones.
P ¿Hoy más que nunca el arte tiene que comprometerse con las problemáticas actuales?
R En este momento se tiene que tomar partido. Están pasando muchas cosas, el mundo está cambiando o podría cambiar, por tanto se han de reforzar estos pensamientos que son constructores de un nuevo mundo, más democrático y feminista en el sentido inclusivo, porque el pensamiento feminista no excluye a nadie. Todas las problemáticas con la inmigración, la ecología. Creo que sí, que hay buena parte de los artistas que están creando desde esta vía que es hablar del mundo y además lo hacen muy bien.
P ¿Cree que esos discursos perderán su radicalidad, que quedarán diluidos?
R Es algo que pasa, pero antes de que ocurra quiero abrirles la puerta, por ejemplo la exposición de Tonina Matamalas es radical. Está haciendo un planteamiento que habla del cuerpo de la mujer desde unas posiciones que no están en absoluto diluidas sino que ponen sobre la mesa problemáticas en que pasan desapercibidas. Desde todos los ámbitos de poder se está dirigiendo el cuerpo de la mujer y además, una parte concreta que es el útero, por tanto, no solo el cuerpo de la mujer sino la producción de seres humanos.
P ¿Cómo despertará el pensamiento crítico desde el arte?
R Primero, que las exposiciones ya sean el núcleo que genera, que no sean meramente contemplaciones, que el hecho de entrar ya pida una posición crítica, que de alguna manera haga que las personas se sientan tocadas, implicadas. Que la misma exposición provoque este pensamiento crítico. En la parte de mediación y educación sigo el camino abierto por Sebastià Mascaró. Me gustaría decir que el Solleric es un centro de arte y cultura contemporánea con todo lo que esto implica. Conseguir que sea un centro vivo, generador de procesos de diálogo y de confrontaciones.
P Habrá quien no entienda que el arte va más allá de la mera contemplación de belleza.
R Yo tomo una postura y sé que no le gustará a todo el mundo. En este sentido sí que considero que para la ciudad es importante tener un centro de arte donde pasen cosas y que las genere. Me gustaría que fuera un centro de arte local, urbano con personalidad, que la gente supiera qué pasa y que diga qué le gustaría encontrar.
P ¿Cree que un artista debería poder reactivar su obra?
R A mí me encantaría que lo hicieran. Estoy de acuerdo en que una vez entra en un museo, la obra se desactiva un poco, pero a través de la mediación se pueden volver a activar. Si no eres, pero sí puede ser el núcleo que provoque una acción. Por eso es importante la mediación y este contacto no contemplativo sino activo con las obras de arte.
P ¿Asumirá el CAC la labor de apoyo a los artistas?
R El CAC no lo dirijo yo, está cogestionado y es el Grup Motor el que toma las decisiones. Creo que hace falta trabajar en este sentido y también lo reflejé en el proyecto. Hacer formaciones tanto para artistas y agentes culturales como para técnicos de todas las administraciones. También se ha visto la importancia de las residencias que son necesarias y muy válidas tanto para que los artistas de aquí vayan fuera como para que vengan aquí artistas de otros lugares.
P La educación es uno de sus ejes. ¿Cómo la abordará sin personal específico?
R Me gustaría mucho tener personal propio en educación. Es imprescindible y ojalá lo pueda hacer, pero sé que es a largo plazo. Cuando las exposiciones no generen ellas mismas los proyectos de mediación, se pedirán a profesionales externos. Si desde el equipo interno se puede elaborar todo un pensamiento alrededor de donde queremos ir y cómo trabajar, es mucho más fácil encontrar equipos a los que puedas invitar a participar. Es otro tipo de trabajo mucho más enriquecedor.
P ¿Ha generado problemas el adelanto de los plazos de presentación de obras en los Premis Ciutat de Palma?
R Cuando entré la convocatoria estaba cerrada y sí que se han recibido menos proyectos, pero hay proyectos muy potentes, se hará la exposición y hay seis finalistas muy buenos.
P ¿Cuántos proyectos se presentaron?
R Dieciocho.
P El año pasado fueron 109. ¿Se debería haber hecho más difusión de este cambio?
RSeguramente, pero en ese momento no había nadie para hacerlo, había un vacío. Se han juntado varias cosas. Sebastià Mascaró se fue un poco antes, después hubo elecciones. Se quiso introducir que el plazo de artes visuales fuera el mismo que el de las otras categorías.
P ¿Cree que puede perjudicar a al premio?
R Creo que no. Intentamos impulsarlo y además se ha hecho un trabajo con las bases, para que entren las buenas prácticas. Se está convirtiendo en un premio muy a tener en cuenta. Creo que será solo este año y que después volverá a ser como era o mejor.
