Kyle Eastwood (Los Angeles, 1968) demostrará esta noche ante el público mallorquín por qué está considerado uno de los mejores contrabajistas del jazz contemporáneo. El músico ofrecerá a las 21:00 horas un concierto en el Conservatori Professional acompañado por su banda en el que presentará su último disco, Cinematic. El primogénito del cineasta Clint Eastwood y sus músicos llegaron ayer a Palma procedentes de Guadalajara para participar en el Jazz Voyeur Festival. Eastwood y su banda compartieron un almuerzo informal con la prensa, organizadores del festival y patrocinadores en el hotel de Palma en el que se alojan. La formación llegó puntual del aeropuerto. Los instrumentos que transportaban acusan los kilómetros recorridos a través de Europa en una gira que comenzó en septiembre y que finalizará el próximo 5 de diciembre.

Kyle Eastwood adelantó que en el concierto de esta noche "tocaremos bastantes temas de Cinematic y unos pocos de mi anterior álbum In Transit y puede que una o dos canciones de mis primeros trabajos. Cinematic es todo música de películas. Incluye una pieza que compuse para Gran Torino y una pieza que mi padre escribió para Sin perdón y el resto son temas de mis compositores de cine preferidos como John Williams o Ennio Morricone. Hemos hecho arreglos para un grupo pequeño, para cinco músicos". Apunta que siempre había querido hacer un disco como este: "Hay algunas piezas que son muy conocidas y otras no tanto. Son temas de películas que me gustan mucho y también composiciones que he pensado que se podían adaptar bien al quinteto de jazz. Ese ha sido el criterio principal para elegirlas".

Especialmente orgulloso de la banda sonora que compuso para Cartas desde Iwo Jima, el músico ha firmado música para otras películas de su padre como Million Dollar Baby o Invictus. "Disfruto trabajando con mi padre. Crecí viéndolo hacer películas y viendo cómo se hacían las bandas sonoras. Es un buen jefe", remarcó. Por otra parte admitió que "cuando compones para el cine debes seguir muchas normas y, obviamente, tienes que apoyar lo que se ve en la pantalla. Tu trabajo se desarrolla sentado ante el piano o con el ordenador. En cambio el jazz es todo libertad, es tocar con otros músicos y también es improvisación; es más la música que haces en el momento. Me gustan las dos facetas, pero el jazz es la que prefiero", confesó el compositor. De ese género le seduce la libertad que le aporta tanto a la hora de componer como de tocar en directo: "Intentamos hacerlo diferente en cada concierto, para que sea emocionante también para nosotros. Las melodías siempre dejan espacio para la improvisación, entonces de una noche a otra las interpretamos de un modo diferente y hacemos que funcione. La música es como un diálogo. Cuando el público está emocionado y es entusiasta hace que la banda toque mucho mejor". Eastwood aclara que creció "escuchando de todo, pero en especial mucho jazz porque a mis padres les gustaba, pero también, pop, rock, disco o r&b. Creo que la gente joven debe darle una oportunidad al jazz. La música que yo hago tiene muchas otras influencias a parte de esa. Y escucho todo tipo de música, de todo el mundo. Es una inspiración escuchar a músicos de otras culturas, me sirve a la hora de escribir y de probar cosas nuevas".

Antes del concierto, a las 16:00 horas, Kyle Eastwood ofrecerá también en el Conservatori una masterclass gratuita en la que hablará de sus inicios en la música, cómo aprendió a tocar o de cómo abordar la composición de una banda sonora.