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Entrevista

Julia Navarro: "Es inconcebible estar harto de las urnas en un país donde se secuestró el voto cuarenta años"

La escritora opina que la administración tiene el deber de ayudar a "recuperar a aquellas personas enterradas en cunetas"

La autora de 'Tú no matarás', Julia Navarro (Madrid, 1953).

P El próximo miércoles presentará en el Club Diario de Mallorca su última novela, publicada en 2018. Desde la distancia que ofrece el tiempo, ¿sigue pensando que ésta ha sido la novela que más le ha costado escribir?

R Desde el punto emocional, sí. Para mí ha sido una novela difícil de afrontar y, de hecho, la empecé pero la dejé en un cajón unos cuantos años antes de volver a sacarla y terminarla.

P ¿Por qué decidió terminarla?

R Tenía la necesidad de escribir sobre el peso de la conciencia y la angustia que produce. Y tenía dos ideas, una era Historia de un canalla y la otra Tú no matarás. Empecé a escribirlas al mismo tiempo, lo cual era un disparate. Me pesaba mucho emocionalmente el coste que me estaba suponiendo Tú no matarás. Así que la guardé. Cuando decidí terminarla no estaba segura de si se publicaría.

P ¿Se ha recuperado ya de ese desgaste interior?

R Sí, estoy escribiendo otra vez. Tú no matarás requería viajar al pasado, encontrarme con mis abuelos maternos. Ellos vivieron la guerra y la posguerra. Cuando estaba buscando documentación y me trasladaba a esos años no podía dejar de pensar en ellos, que han sido piezas fundamentales en mi vida. Por eso les he dedicado la novela. Eso era lo que me producía el desgaste emocional, podía sentir su sufrimiento.

P ¿Qué sentía?

R Esa España en blanco y negro. Escribía con la sensación de que los colores habían huido de mi cabeza. Sentía un enorme desazón. Pero no hay nada personal en la novela. Una cosa es conocer el contexto y la otra cuando te sumerges en él y creas personajes que tienen que vivir en ese momento de la historia. Eso me alteraba y me dañaba. La novela trata sobre el peso de la conciencia y de la huida, la de uno mismo. Al final es una huida imposible, porque lo que llevamos dentro nunca lo podemos dejar atrás. La distancia puede paliar el dolor, pero nunca podemos escapar de nosotros mismos. Fernando, el personaje sobre el que gravita esta novela, nunca podrá escapar de sí mismo.

P El personaje de Fernando huye de esa España en blanco y negro. ¿Usted lo habría hecho?

R No lo sé. No soy mis personajes.

P Están sobre la mesa debates que se refieren mucho a la época de la Guerra Civil y a los fantasmas de esos años que siguen entre nosotros. A unos gusta, a otros no. ¿Qué le parece a usted?

R Que tenemos el derecho y la obligación de conocer el pasado. No se puede entender el presente ni afrontarlo si no sabemos de dónde venimos. Es verdad que en los últimos tiempos se habla de ese pasado más que en los años anteriores. Hay partidos políticos que hablan sobre si se hizo bien o mal la Transición. Cada uno tiene su opinión, la mía es que se hizo lo que quiso la sociedad española en ese momento, que las cosas se hicieron bastante bien. Se puede pensar lo contrario, aunque es muy fácil decir en el presente cómo se tendrían que haber hecho las cosas en el pasado. En cualquier caso, lo que se hizo fue lo que los ciudadanos libremente quisimos. Punto. Las nuevas generaciones pueden pensar que no se hizo bien, pero qué le vamos a hacer. Yo soy una enorme defensora de la Transición.

P ¿Podemos solucionar los problemas de hoy si aún están abiertas las heridas de ayer?

R Pienso que esta sociedad, la de hoy, tiene muchos problemas que afrontar: los populismos, la crisis económica que se nos viene encima, el paro, la falta de oportunidades para los jóvenes€ Lo que no impide, insisto, en que es una necesidad conocer el pasado. Hay cosas que hay que resolver. A mí me parece que las administraciones tienen la obligación, el deber, de ayudar a recuperar aquellas personas que están enterradas en cunetas, y que sus familias tienen el derecho de recibir esa ayuda. Del mismo modo, me parece que era una anomalía que un dictador tuviera un mausoleo público como era el Valle de los Caídos, por tanto, bienvenida sea la decisión del Tribunal Supremo de exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos. No me parece lógico que el verdugo esté enterrado con las víctimas.

P Sus novelas tienen siempre una parte histórica...

R Pero yo me niego a aceptar quehago novela histórica. Todas mis novelas transcurren en el siglo XX, que es casi anteayer. No obstante, que cuido mucho los escenarios porque creo que todos somos hijos del tiempo que nos toca vivir y que nada de lo que hacemos tiene sentido fuera de ese contexto. Busco construir esos escenarios con la mayor precisión posible. Yo hago novelas de personajes, y ella novela para mí es una forma de indagar en la condición humana. Me parece que el último gran misterio que hay en la tierra es el hombre. Me interesan las preguntas eternas que todos nos hacemos sobre el sentido de la existencia, de eso van mis novelas. De lo que anida dentro del ser humano.

P¿Cuánto tiempo le lleva escribir sus novelas?

R Normalmente tardo entre dos y tres años. Cuando me siento a escribir ya sé lo que quiero contar.

P Usted fue periodista. ¿Volvería al oficio?

R Esa etapa ya la he pasado. Me costó mucho dejarlo. No me imaginaba haciendo nada que no fuera contar lo que ocurría a mi alrededor. La etapa de descompresión fue muy larga. Tenía mucha añoranza.

P ¿No le gustaría contar el momento actual?

R Lo que está pasando me parece muy interesante y muy preocupante. Me preocupa mucho el auge de los populismos y los cambios que éstos están produciendo en las democracias. También el auge de los caudillismos, esta manera de entenderse el líder con la gente, algo que se da en todos los partidos y me produce mucha inquietud. Pero les toca a otros contar lo que pasa. Tuve la suerte de contar la constitución de las primeras cortes democráticas, la aprobación de la Constitución, viví el 23 de Febrero. He contado la Transición. Fue apasionante. Pero no siento nostalgia.

P ¿Está esperanzada con las elecciones del próximo 10 de noviembre o es de las que se quedarán en casa en lugar de ir a votar, por el hastío?

R No, no. ¿Cómo voy a estar harta de ir a votar? Es que me parece inconcebible que alguien diga que está harto de ir a votar cuando estamos en un país que tuvo secuestrado el voto durante 40 años. ¿Ahora nos vamos a quejar porque tenemos que ir a votar? Las urnas están para resolver los problemas de la sociedad. Así que si te llaman a las urnas hay que ir a votar. Yo voy a votar encantada y con ganas de hacerlo.

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