No se muerde la lengua y le encanta el vino del Mediterráneo. Imanol Arias fue nombrado ayer Veremador d’Honor y cortó los primeros racimos en las bodegas Pere Seda de Manacor, que este año celebra su vigésimo aniversario, un reconocimiento por el que se mostró “orgulloso”. Arias es a la vez actor y ciudadano. Por ese motivo, hablar del papel del hombre en la sociedad o de la situación política actual no supone ningún problema para uno de los rostros más emblemáticos de la televisión española.
P ¿Qué le inspiran los aires mediterráneos de la isla?
R Ya vine en 1973 a grabar la película ‘Bearn’ y desde entonces he venido a Pollença varios veranos. Mallorca me parece la isla más elegante de las Baleares, con mucha historia y unos contrastes muy especiales.
P ¿Y sus vinos?
R Me gusta mucho el vino mallorquín. Los filósofos griegos hablaban mucho del vino del Mediterráneo y 3.000 años después me siento muy contento y agradecido de estar aquí.
P En una ocasión dijo que la norma de su época era “romper las normas” ¿Cuál es la de hoy?
R La norma de la sociedad es el postureo, apelar a un sentimiento de libertad individual cayendo en la condena del control absoluto por la captación de datos. La pérdida de intimidad nos va a transformar como sociedad.
P Hace un año por estas fechas, era gitana, prostituta y bruja en ‘La vida a palos’ ¿Cómo se mete uno en esas pieles?
R Era un texto sobre un personaje del flamenco muy hermoso. Cuando el autor de la obra, Pedro Atienza murió, me regaló la obra. Fue muy difícil de teatralizar, pero fue una obra muy poética y con un marco estético muy poderoso.
P Cine, televisión o teatro ¿Con cuál se queda?
R Son diferentes, pero no desvaloro ninguna. Cuando era un niño y pensaba en ser actor, sólo pensaba en el teatro. Es el origen, donde te iniciabas y aprendías, donde vivías o morías como artista.
P ¿El teatro se valora en la actualidad de la misma forma?
R Tiene una capacidad de supervivencia impresionante. Una obra es un hecho irrepetible, como un espectáculo callejero que de repente se produce en tu paseo diario y te conmueve. Pero la televisión tiene la capacidad de entrar en las casas de millones de personas sin pedir permiso y que te lo den.
P ¿Fue complicado entrar en el panorama artístico de Madrid?
R Sí, pero también apasionante. Me encontré con gente que tenía buena relación con la profesión y eso es una fortuna. Luego, siempre habia cambios que me llevaban a otro lado al que no tenía planeado ir, entonces aprendí que es bueno soñar e imaginar y también que la vida no se imagina; se vive.
P Antonio Alcántara representa al hombre que piensa que la mujer ha de estar en la cocina.
R Antonio va evolucionando a partir de sus dos hijas, de fuerte personalidad. En todo caso piensa en su responsabilidad dentro de la familia, para mi sorpresa, el personaje representa a muchos padres que fueron y van aprendiendo.
P ¿Cómo fue la despedida de Ricardo Gómez en ‘Cuéntame’?
R Ha dedicado toda su vida a la serie y le ha dado lo mejor: su crecimiento y la representación de su generación.Es emocionante cuando me llama padre, ha sido un hijo para todos. Es muy dificil dejar un proyecto y que se te entregue la llave de casa para volver cuando quieras.
P ¿Qué piensa de la situación actual de la política española?
R No saben leer lo que les queremos decir. Las dobles elecciones empezarán a ser una norma y no exclusivamente en España. Se trata de prostituir la democracia.
P Si pudiera obtener algo ahora mismo¿Qué sería?
R Que todo lo que provoque emoción o conocimiento fuera tratado como la buena salud. Los artistas somos peligrosos porque trabajamos con emociones. La emoción es una energía única, inabarcable.
P Y si pudiera eliminar algo, ¿quizá tu rifirrafe con Hacienda?
RNo me acuerdo de eso. Si se busca en la lista de morosos, no van a encontrar mi nombre.
