Una torre del siglo XIII con unas “alturas bárbaras” es el escenario elegido para la nueva exposición del pintor Ñaco Fabré, que se compone de un total de 25 obras realizadas con pintura sobre aluminio. El nuevo trabajo del artista se inaugura hoy a las 20 horas en la Torre de Canyamel con el comisariado de Aba Art Lab, y se podrá disfrutar hasta el próximo 31 de octubre. Fabré, aún superados los 40 años de trayectoria pictórica, afirma que en cada exposición “hay que entregarlo todo” porque “es la fórmula de seguir creciendo, como decía Joan Miró”. Ante este “nuevo reto”, como lo define él, el pintor se muestra entusiasmado. “Al final el primer sorprendido es el propio artista”, asegura.

Fabré considera el arte como “una válvula de escape”, aunque sostiene que también tiene la función de “buscar respuestas que sirvan a la sociedad para reinterpretar el mundo”. Pronto vuelve a París, donde en su opinión, el trabajo del artista está “más valorado”. No necesita Mallorca para inspirarse, porque cree que no se necesita nada más que la “propia experiencia y la memoria”. “Llevamos el taller encima”.

La banda sonora

Para él, una de las esculturas más llamativas de este trabajo es la que ha bautizado como Así en el cielo como en la tierra, por ser un paisaje que visto desde el aire plantea esa relación entre ambos elementos que crea un espacio poético. “Hay una importancia a aquello que sugieres con la obra, pero que no llegas a mostrar”. Además, la exposición irá acompañada de una melodía al piano que ha compuesto su hijo Elías y que tocará para la ocasión.