Neus Canyelles: "La timidez no es un defecto pero quita oportunidades, yo no serviría como escritora mediática"

P ¿La vida es un juego?

R En la novela puedo comparar la vida como un juego pero en el fondo la vida no es jugar. ¡Ya me gustaría!

P En la niñez no dejamos de jugar, y luego nos olvidamos. ¿Qué queda de la niña que un día fue?

R Muy poco. En el capítulo dedicado a La nina que escrivia comèdies i després les representava le pregunto por qué me ha dejado y le digo que me gustaría que volviera. Me gustaría saber adónde ha ido esa niña porque no la encuentro por ninguna parte.

P ¿Escribir le ayuda a buscarla?

R Yo lo intento, otra cosa es que me sirva, que no lo sé.

P ¿Para qué le sirve la escritura?

R Para mí, escribir es la vida, es lo que da sentido a mi vida.

P "No entiendo a los escritores que dicen que padecen mucho cuando escriben", afirma.

R Si algo te produce sufrimiento, te alejas de ello. No entiendo a esos escritores. Si escribir me produjera un sufrimiento horroroso me dedicaría a otra cosa. A mí me produce lo contrario, me acerca a la felicidad.

P ¿Cómo nació la idea de escribir Les millors vacances de la meva vida?

R A partir de una experiencia personal [un intento de suicidio]. Escribí una primera parte, y luego dejé aparcado el libro, pero esa experiencia se volvió a repetir. Yo estaba muy enfadada conmigo misma y también con la gente con la que había tratado en el psiquiátrico. Me entraron unas ganas locas de escribir todo lo que había vivido allí, tanto las buenas como las malas, y no podía parar. Yo no invento, siempre escribo el mismo libro. No sé inventarme historias con personajes, historias ajenas a mí, no me las creo. Escribo sobre episodios de mi vida.

P ¿Escribir sobre esa experiencia personal le sirvió de terapia?

R No. Detesto los libros de autoayuda. Y nunca diría que un libro mío sirva para algo de terapia, y mucho menos de autoayuda. Cuando acabé de escribir seguía encontrándome mal. El libro me ha reafirmado en una idea que tengo desde hace años: nadie puede hacer nada por ti, aunque parezca que sí y por mucho que se esfuercen los demás, incluidos los seres queridos. Es inútil.

P ¿Algún interno le ha leído?

R Uno, que yo sepa, y creo que era el primer libro que leía. Está muy contento, según me ha dicho.

P ¿A qué se aferró para soportar la soledad y la claustrofobia de un lugar como un psiquiátrico?

R Yo tuve la suerte de conocer a algunos internos a los que considero compañeros. Y también pensaba que algún día saldría de allí.

P Al margen de la escritura, ¿qué le hace feliz?

R Mi hija y mi familia.

P ¿Y el fútbol?

R No, el fútbol no me hace feliz (ríe) aunque mejor que el Mallorca esté en Primera.

P Se lo preguntaba por la polémica que se montó con un artículo suyo, Llegir no és un sentiment, en el que cargaba contra la campaña de una librería que convocó a una serie de escritores en Son Moix para vestirlos de futbolistas y fomentar la lectura.

R Leer no es un sentimiento, es otra cosa. Leer puede ser una afición, un medio para aprender, entretenerse, saber, conocer...

P ¿Visitó la Fira del Llibre?

R Varias veces. Para firmar y para conversar con Pilar Arnau.

P Acto al que asistió público. ¿Le gusta el contacto con el lector?

R Bueno, de vez en cuando... Yo soy tímida y no me gustan los actos públicos. No serviría como escritora mediática. Nunca escribo pensando en los lectores, solo en mí.

P Ser tímida puede ser una virtud.

R Para según qué cosas la timidez no es un defecto pero sí que te quita oportunidades. Por ejemplo, para ser más conocido como escritor. Si sales por la tele vendes más, y las últimas veces que me lo han ofrecido, he dicho que no.

P ¿Qué estaría dispuesta a hacer para vender más libros?

R Yo no me vestiría ni de futbolista ni de nada para vender más libros.

P "Si viviera en Barcelona vendería más libros", le han reprochado. ¿Se lo ha planteado?

R No. Barcelona es muy bonita, pero para estar dos o tres días. Palma era muy bonita pero hoy hay demasiado de todo. Hay demasiada basura, mucha gente, bares exclusivos para turistas... Hemos entregado Palma a los extranjeros. Estando en Cort o plaça d'Espanya, uno ya no sabe dónde está.

P ¿También hay demasiados escritores?

R Sí, demasiados.

P ¿Cuál ha sido su último descubrimiento literario?

R La vida difícil, un libro de cuentos de Slawomir Mrozek.

P ¿El mercado editorial es lo peor de su oficio?

R El mercado es complicado. No entiendo por qué de repente un libro, sin estar ni siquiera bien escrito, puede convertirse en un boom, y todo el mundo lo compra, lo lee y se habla de él más que de El Quijote. Tampoco entiendo que el escritor se lleve solo el 10% de las ventas.

P Usted que ha ganado el Mercè Rodoreda, el Bearn de narrativa y el Ciutat de Palma. ¿Para qué sirven los premios literarios?

R Algunos para conseguir dinero, que es lo que he buscado siempre que me he presentado. También sirven para darse a conocer, como me pasó con el Ciutat de Palma, al editarse la obra también en Cataluña. Yo no quería ser una escritora provinciana, publicar solo en la isla. Pero sigo siéndolo. En Cataluña me conocen un poco, pero si no vives en Barcelona y te mueves€ todos los demás solo somos provincianos.

P ¿Para triunfar no basta con escribir bien?

R Así es. También hay que salir por todas partes, en la tele, en las tertulias, opinar a diario y de todo, reivindicar lo que está de moda, como el feminismo o la ecología...

En corto

¿Qué importancia le concede a las redes ?

Me repelen. Creo que es una de las cosas que está destrozando el mundo. Me producen vomitera.

¿Qué papel juega el humor en su obra?

En mis escritos siempre hay algo de humor y, sobre todo, ironía. Sin humor, Les millors vacances de la meva vida sería tan trágico que no habría forma de leerlo.

Llevaba cinco años sin publicar nada. ¿Qué le decía su editor?

Nunca me han presionado. A mi actual editor le llegué a decir que no iba a escribir más y que lo dejaba.

¿Volverá a escribir o lo ha dejado?

Ahora estoy escribiendo cuentos, pero tendré que reunir unos cuantos para publicarlos en un libro. Tengo un título pensado: Sales d'espera.