Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

David Carabén: "Una canción es bonita e interesante en la medida que es compartida"

El líder de Mishima habla del escenario como "un espacio peculiar con sus normas, sus obligaciones y sus esclavitudes"

David Carabén: "Una canción es bonita e interesante en la medida que es compartida" Alberto polo

Mishima -David Carabén (voz y guitarra), Marc Lloret (teclados), Dani Vega (guitarra), Xavi Caparrós (bajo) y Alfons Serra (batería)- celebrará sus 20 años de carrera con el público mallorquín el próximo viernes, 28 de junio, en el Santuari de Consolació de Sant Joan (20.30h). Su cantante, Carabén, echa la vista atrás.

P Los que cumplen 20 años son muy jóvenes, pero no sé si cumplir esa edad a nivel musical es lo mismo. ¿Cómo se sienten?

R La sensación es ambivalente. La industria de la música premia la novedad. Pero hay cierto valor en una propuesta que se vaya enriqueciendo y tomando nuevas capas de complejidad y que de alguna manera te acompaña a lo largo de tu vida. Los artistas que más he seguido son aquellos que no se han agotado en un solo disco, sino que me generaban un interés como compañeros vitales más que como pintores de una noche de verano.

P ¿Se sienten compañeros vitales de la gente?

R No es que nos sintamos como tal, es que creo que lo somos, según nos ha dado a entender la gente. Llevamos 20 años. Con el último disco Ara i aquí (2017), que recoge los directos, quisimos documentar cómo la gente canta de memoria canciones compuestas, arregladas y grabadas a lo largo de 20 años. Algunos temas se llevan 10 ó 15 años. Esto quiere decir que esta gente o nos ha descubierto hace poco y se lo ha aprendido todo de memoria o que las canciones les han acompañado durante mucho tiempo hasta que se han convertido en algo como la banda sonora de su vida.

P ¿Cómo es la relación de un autor con sus canciones una vez compartidas?

R Me siento un privilegiado de tener la oportunidad y el honor de formar parte de esta banda sonora. Componer es un acto que te educa en el desprendimiento, en el buen sentido de la propiedad. Para mí, y creo que hablo para toda la banda, una canción acaba siendo bonita e interesante en la medida que es compartida. Si yo compusiera un tema y solo me lo cantara a mí estaría muerto, aunque fuera maravilloso. El propósito de una canción es pasar de unos a otros.

P ¿Qué echan de menos de los inicios de Mishima?

R Que éramos 20 años más jóvenes. Teníamos una energía que va asociada al misterio. La vida misma te produce cierto vértigo, ilusión y miedo. Ahora, aunque lo quieras evitar, siempre te acompaña la sensación de que eso ya lo has visto antes, que ya lo has experimentado. Yo puedo hacer ver que me considero más listo, pero en realidad es que estoy más muerto.

P ¿Qué tienen los bares que le gustan tanto?

R Es donde nuestra vida diurna, racional y convencional se permite ser desordenada, lugares donde hemos convenido que otras normas son posibles. En un bar la gente va a beber, a ser más poroso con el extraño. Va sin prejuicios. Es un lugar donde puedes hablar con amigos, puedes hacer amigos, perder la cabeza, ligar, descubrir comida o bebida... Convoca a los sentidos. Lo tenemos al lado de casa y está lleno de significados que me interesan.

P Ha dicho en alguna ocasión que hacer canciones le ayuda a poner orden en su vida.

R Sí. Hacer canciones ayuda a ordenar la vida pero creo que se puede decir en casi todos lo ámbitos. Cuando ocupas las manos con algo que sale de ti pero que tiene que ser autónomo, de repente no eres tú tan protagonista como aquello que estás haciendo. Esto nos ayuda a todos. Creo que terapéuticamente funciona.

P En 1999, ¿pensó que esto duraría para siempre?

R No lo pensé pero era el objetivo. Cuando empezamos mi propósito siempre fue hacer obras, empezar una aventura en la que era muy posible que los primeros frutos no estuvieran a la altura de lo que nosotros queríamos. No queríamos hacer una canción increíble. Le pedimos a la música y a las canciones que nos acompañen, que nos hagan mejores, más interesantes. Componer es como escribir una carta a los Reyes: es para ser mejor, para convertirte en alguien digno de subir al escenario. Te preguntas: ¿Yo podría hacer esto, ser así de interesante, hablar de una forma bonita, ser así de sabio? Y trabajas para serlo. Pero esto se puede aplicar a cualquier trabajo.

P ¿El escenario le hace feliz?

R A mí sí, pero no a todo el mundo. Es un espacio muy peculiar con sus normas y sus obligaciones y sus esclavitudes también. Es un lugar donde me lo he pasado muy bien, donde creo que la vida se intensifica. Y un sitio que he compartido con gente que aprecio mucho.

P ¿Satisfecho con el panorama político?

R Para nada. Estoy decepcionado. El paso del tiempo nos convierte en cínicos y amargados.

P Para ser un cínico y un amargado sonríe mucho.

R Qué remedio, ¿no? Uno tiene que tener todas las armas para disfrutar de la vida de manera autónoma.

P ¿Le da miedo morir?

R Seguro que me da miedo, no sé si me lo he dicho nunca. Sería un burro si no me diera miedo, o no estaría disfrutando demasiado de la vida. Y, a la vez, quizás no me da el suficiente miedo.

P ¿Mishima podría morir?

R Nosotros haremos lo que podamos para que no muera. En dos primaveras está previsto que salgan más canciones.

Compartir el artículo

stats