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Espectáculos

Un viaje a la época dorada del circo con el Circ Històric Raluy

La compañía visita la isla por primera vez con una gira que se alargará hasta después del verano

Un viaje a la época dorada del circo con el Circ Històric Raluyc. darder

Fundada en el año 1967 y reinventada en el 74, esta compañía familiar de circo despliega todo su esplendor por primera vez en Mallorca, donde realizará una gira que auguran que se alargará unos meses. Es en sa Pobla donde este circo ha efectuado su primera parada, donde unos 15 técnicos trabajan para que todo esté listo para este viernes por la tarde, cuando tendrá lugar la primera función. En este municipio se quedará hasta el domingo, 19 de mayo. Luego, los carruajes de madera del circo Raluy emprenderán su camino hasta Pollença para después seguir su ruta hasta Alcúdia.

Según explica el director de la compañía, Carles Raluy, su intención es "visitar casi todos los pueblos de Mallorca", porque desembarcar aquí, dada la cantidad de material que es necesario mover para recrear este ambiente de los años 20 y 30, es muy costoso. El circo-museo, con sus veinte caravanas y todo su equipo, se ha instalado junto al campo de fútbol desa Pobla (en el llano de gravilla que se ve desde el parking del polideportivo).

Lo que diferencia el Circ Històric Raluy de muchos otros es que no solo es importante lo que pase dentro de la carpa, sino también el ambiente que se recrea alrededor con la colección de carruajes antiguos, algunos de madera, comprados en diferentes partes de Europa (Alemania, República Checa, Francia...). Allí se encuentra un órgano, con más de 100 años de historia, que da la bienvenida al público al mundo Raluy en cada una de las funciones. Todos los elementos son relevantes para recrear la época dorada del circo.

La decoración del interior de la carpa, donde caben unas 750 personas, también es clave para que, una vez dentro, el viaje a tiempos pasados que inicia el espectador nada más llegar continúe. Grandes maderas doradas con grabados conseguirán que el asistente tenga la sensación de estar en un antiguo teatro de ópera. "Hoy en día los circos no se preocupan por este tipo de detalles", señala Raluy, "simplemente se centran en el espectáculo".

Las del Circ Històric Raluy son funciones sin animales y mezclan muchas disciplinas o prácticas artísticas, y están pensadas para que los más pequeños de la casa se lo pasen bien, pero para que las madres y los padres se lo pasen mejor. Así, cuentan con unos 30 artistas entre los que hay contorsionistas, acróbatas aéreos, equilibristas, malabaristas, payasos o un ballet, entre otros, una conjunción de riesgo, color, música y habilidades que provocan la impresión de asistir a un mundo fantástico. "Es el cúmulo de detalles cuidados los que hacen que la gente no se crea lo que ve", apunta el director. Y subraya que lo más importante es "que la gente salga satisfecha".

"Creo que hay un 40 por ciento de personas de la isla que saben que existimos, pero como nunca hemos venido, estamos expectantes, no sabemos lo que puede pasar", dice Raluy, aunque asegura que llegan contentos de Menorca, donde su acogida ha sido "magnífica, ha habido gente que ha venido a ver dos o tres funciones", comenta.

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