Catalina Cantarellas: "Mallorca es la isla del miedo"

R No pienso en los premios, vienen y dices "vale". Luego me digo, "mejor que sean en vida". La parte positiva de que sean en vida es que me dejarán en paz después. Porque a veces, después, los amigos por pudor no hablan y toma la palabra gente que no ha tenido demasiado que ver contigo.

P ¿Hizo un discurso en la Acadèmia?

R Un agradecimiento. Y un resumen del curso de la Reial Acadèmia. Ésta proviene de la Acadèmia provincial de Belles Arts. Isabel II fue quien creó las provincias. Yo intenté señalar que al menos en el XIX la Acadèmia, pese a que tuvo una serie de impedimentos, tenía unas tareas bien definidas: la enseñanza de las artes y la organización del Museu Provincial de Belles Arts, el origen del Museu de Mallorca. Eso sí, no dije que esto último había sido un desastre. Luego me detuve en otros hitos hasta la Constitución de 1978, la Ley de Patrimonio y los Estatutos de Autonomía. En estos momentos, me parece más difícil definir los objetivos de la Reial Acadèmia, y también llevarlos a cabo.

P ¿Fue ese Museu Provincial de Belles Arts el punto cero del problemático Museu de Mallorca?

R Otras personas y yo hemos citado frecuentemente a un autor, Juan Antonio Gaya Nuño. A mediados de 1950 escribió Historia y guía de los museos de España. Y dijo que el más penoso, igual no es la palabra exacta, que había visto es el Museu Provincial de Belles Arts, cuya sede estaba en sa Llonja.

P ¿Las instituciones están dando la espalda a la función pública de la cultura?

R Todo es neoliberalismo, neoconservadurismo. Es lo primero que instauraron Thatcher y Reagan. Además, todos los gobiernos socialdemócratas lo apoyaron en su momento. Nos dicen que el Estado tiene un exceso de costes sociales que no puede atender y por lo tanto se ha de sujetar a la ley de la demanda para no perder el tren. En la cultura supongo que también pasa lo mismo. También observo que todo queda como diluido. Se hacen cosas, muchas, pero dispersas, a veces se superponen y no acabas de entender el objetivo. Y luego todo es también cuestión de marcas ahora. Mira lo que ha pasado con la Miró. Ahora es Fundació Miró Mallorca y no Fundació Pilar i Joan Miró. Y hacemos declaraciones feministas y ponemos banderas. A mí esto me toca el alma. ¿Esto qué es, la moda del neoliberalismo de los gestores culturales y aquí nada de académicos?

P Los servicios públicos culturales son sobre todo los museos, los archivos y las bibliotecas. ¿Cómo ve la cuestión?

R En cuanto a museos, primero de todo se ha de aumentar la dotación del Museu de Mallorca para su buen funcionamiento. ¿Qué es eso de hacer un Museu d'Art del Consell? ¿Dónde lo harán? Si es una promesa ese museo, mejor que no la cumplan. Porque no tiene sentido. Las obras que tienen en Palau Reial están bien. Sobre el Krekovic yo ya protesté cuando era joven. Raixa, que no lo estropeen más, aunque ya no creo que sea posible. El tema de bibliotecas y archivos, pienso que han de ponerse las pilas con la hemeroteca digital. Cuando comparas la Biblioteca Nacional o la de Catalunya con las de otras provincias, Balears es la que menos ha digitalizado. La última vez Palma tenía un poco menos de diarios digitalizados que Maó. Imagínate. Hay muchas cosas que ya no están al alcance de los ciudadanos y no se pueden consultar fácilmente.

P ¿La gestión del patrimonio es mejor?

R No. Podría poner muchos ejemplos. Gran parte del fondo de la Acadèmia de Belles Arts estaba en casa del pintor Buades, en Sant Nicolau. Se murió, se desmontaba todo y yo fui a un despacho oficial para pedir por favor si había dinero para hacer las fotos. "Yo descolgaré los cuadros y haré la ficha", les dije. Allí estaba toda la historia del XIX. Luego me dijeron que no me habían entendido. Es curioso, porque después de cuando en cuando reclaman. Como los bous de Costitx. Cuando los encontraron, la diputación había cerrado con superávit. Les suplicamos y les escribimos que los compraran con esa cantidad. Y están en Madrid. Se quedaron allí porque Mélida, por entonces director del Arqueológico Nacional, quien tenía mucha relación con la Arqueològica Lul·liana y la Comisión Provincial de Monumentos, los compró para que no se fueran al Louvre. Otro tema, ¿dónde está la cartografía medieval? La mayoría, en Cataluña. La compró la Generalitat. Con el desmantelamiento de Raixa, el Institut d'Estudis Catalans compró aquella carta famosa, sobre la cual cayó un tintero según relató George Sand, la de Valseca. Aparte de las compras históricas del 70, hace cuatro o cinco años, Cataluña compró un portulano del XIV. Bueno, ¿y aquí qué hacemos? ¿Montamos museos?

P Aún da clases. ¿Qué le gustaría que hubiesen aprendido sus alumnos con usted?

R A veces me encuentro con alumnos míos. El otro día vi a uno que me dijo que le había abierto los ojos. Francisca Lladó, que es amiga mía, dijo que yo enseñaba a pensar. Pero, mira, yo me quedo con todo lo que no he hecho, no con lo que he hecho: todo lo que no he sabido hacer, todo lo que no se me ha ocurrido, todos los errores€ Soy muy autocrítica.

P ¿Qué es lo que no hizo y le hubiera gustado hacer?

R Creo que es muy importante difundir las cosas. Por ejemplo, defendí mucho que no hubiera campus, que la universidad estuviera en el centro de la ciudad. Que una sociedad turística necesitaba ver la universidad. Me peleaba en las juntas de facultad. Yo era joven. Casi todo eran hombres. A lo mejor luego lo escribía. Pienso que las cosas igual se deberían intentar conseguir menos individualmente.

P En esta isla, a las personas que dicen las cosas claras se les tilda de kamikazes. ¿Se lo han dicho mucho?

R No. Pero tampoco me entero demasiado de lo que dicen de mí. Sí me han repetido mucho que fuera con cuidado con lo que decía.

P ¿Se lo han hecho pagar?

R Siempre. ¿A ti no te lo han hecho pagar? ¿Conoces a alguien que no se lo hayan hecho pagar en un momento dado al no decir "sí, bwana"?

P ¿Llegaremos a ver el derribo de sa Feixina?

R Yo hice el informe sobre el monolito [en él concluía que no tiene relevancia patrimonial suficiente para protegerlo] en base a criterios técnicos y con muchas dudas, mucho tiempo y esfuerzo. No creo que se derribe. Las leyes, todas las leyes, la ley de memoria histórica, la de patrimonio, luego se reconducen, se adaptan. Lo de sa Feixina es un tema difícil de luchar. Pero si se quiere se derriba. Mira cómo se retiró la cruz de los caídos junto a la Catedral.

P Y entonces, ¿por qué tanta comedia?

R Mallorca es la isla del miedo. Es como aquella canción de Raimon tan antigua que dice De vegades, la pau no és més que por. Y vivimos tan bien aquí. Y somos tan felices.

P ¿Está de acuerdo con la protección de Can Ribes?

R Sí, Bien Catalogado. Está bien.

P Sorprende que no estuviera antes protegido.

R Un grupo de la universidad con alumnos hicimos el catálogo del Eixample para el nuevo Pla d'Ordenació que se aprobó en el año 98. Yo fui a protestar porque sólo admitía edificios individuales, no conjuntos. Y en determinadas zonas, por ejemplo si subías la costa del Terreno, ir de uno en uno no nos sirvió de nada. En la Soledat, se nos pasaron Can Ribes y la fábrica de zapatos Gorila. Y me imagino que en la nueva revisión no se catalogó porque tenía el PERI. El tema es que han desaparecido todas las fábricas. Sólo quedan Can Ribes y la de Gorila. Como no quedan, pienso que se han de proteger. La actividad que allí se quiera desarrollar deberá supeditarse al edificio. No es el edificio el que debe supeditarse a la actividad.

P Palma, 'ciutat hotel boutique'. El nuevo Pla d'Ordenació [acaba de aprobarse una modificación puntual] les pone coto. ¿No hay trampa?

R Cuando me dicen, "ay, qué bien, Catalina, ¿estás contenta? Han prohibido los hoteles". Yo respondo, "¿cómo que han prohibido los hoteles? Que yo sepa, dejan hacer cinco estrellas en edificios catalogados". No han prohibido los hoteles, han regularizado los hoteles. El Pla del 85, en el que entró Puig de Sant Pere, sa Gerreria o Es Jonquet, fue modélico en este sentido. En el centro de Palma se dijo que, para salvar determinados edificios como Can Bordils o Can Oms, éstos se reconvertirían en sedes institucionales. Está claro que a determinados inmuebles se les tiene que dar una salida para mantenerlos. Pero que se conviertan en hoteles€

P O en pisos de lujo, como Can Pueyo.

R ¿Qué hemos hecho? Casals completos ya sólo quedan Can Pueyo y Can Vivot.

P Y ahora el Consell quiere hacer BIC Can Pueyo. ¿Por qué no se ha protegido antes?

R Supongo que por intereses. Mi visión sobre esto es: no les obliguemos a los propietarios a mantener el edificio congelado, con todo lo que hay. Porque el dueño lo tiene que mantener y no es fácil. Déjale mover o vender determinados elementos y muebles. Hay que ayudar a los propietarios a conservar. En la declaración de Hacienda no hay una casilla para intervención en patrimonio como sí la hay en Francia o Italia. Aquí no se desgrava ni la mitad que allí. La realidad es que mantenerlo todo es muy difícil.

P A nivel patrimonial,¿ qué es lo más urgente por hacer en la ciudad?

R Un estado de la cuestión de todo el patrimonio. Y dejar de hacer fuegos artificiales. Hay que sentarse a trabajar. No hay coordinación ni voluntad. El patrimonio es una cosa de la que todos hablamos pero no sabemos muy bien lo que es. Hay muchas medidas populacheras. Por ejemplo, cuanto más proteges menos conservas. Soy partidaria de ser selectiva con la protección del patrimonio. Y creo que esas protecciones se han de ir revisando. Es muy fácil protegerlo todo por si acaso nos equivocamos.

P Con la marcha de los Coritos de Lluc, ¿ve necesario proteger el contenido del museo?

R Supongo que se hará alguna declaración patrimonial, como se ha hecho por ejemplo con el fondo de pintura de Sa Nostra. Se ha de proteger porque hay cosas muy importantes, como la colección arqueológica, que es riquísima. Pienso además que debería quedarse en el contexto, porque muchas donaciones están vinculadas a Lluc y a la Verge. Ahora veremos qué pasa con la explotación de aquello.

P ¿Por qué la universidad no se pronuncia últimamente?

R Cuando creces, es más difícil la unión. Y también pronunciarse implica trabajo. Has de invertir horas. Y los tiempos han cambiado.

P¿Se ha reconciliado con Es Baluard?

R La exposición que hay ahora, Alma, no está mal. Pero nunca he ido a inauguraciones. Creo que era Duchamp quien decía que quien va a una inauguración es para que le vean o bien porque necesita alguna cosa o bien para pedir algún favor. Quiero ir a ver también la nueva exposición del fondo Serra. Acerca de la fundación del centro, sigo pensando lo mismo.

P En Palma, todos los ojos están puestos en la fachada marítima.

R Como en todo el Levante. Es un proyecto que se ha de hacer. Pero, ¿qué hacemos, quitamos sólo un carril, que es lo que parece que quieren hacer? Pues sinceramente, yo soy más drástica. ¿Por qué no crear transportes públicos eficaces? Es algo que siempre he defendido. La gente dejaría el coche después de dos o tres años. Otro problema del proyecto de la fachada marítima es que ya han creado la barrera del Palacio de Congresos. Mangado se sabe vender muy bien.

P Por último, ¿qué me dice de la gentrificación?

R Empezó en sa Gerreria. Sa Gerreria fue el negocio del siglo. La defensa oficial es que el estado era peor que el del Puig de Sant Pere. Y no era peor que el del Puig de Sant Pere. Alguna cosa pasó. Bueno, ya lo sabemos.