El actor Miki Esparbé visita este fin de semana el Auditori de Manacor, que este sábado a las 19.30 horas y el domingo a las 18 horas sube a escena La importància de ser Frank, una divertida y "mediterránea" adaptación de David Selvas y Cristina Genebat de la obra de Oscar Wilde.

¿La importància de ser Frank

Sí, totalmente. Es una adaptación de David Selvas y Cristina Genebat muy acertada porque no trata de trasladar la obra a 2019, si no que se queda en un limbo medio atemporal pero con el que espectador puede conectar al 100%. Además la versión que hacemos es 'musicada'. En la dramaturgia se han incorporado ocho temas inéditos creados por Paula Jornet que aportan más información a la trama. Este factor musical aporta más espectáculo al montaje.

De todas formas, es una adaptación con un "toque mediterráneo".

Nuestro riesgo al encarar un texto de Wilde era no tratar de hacernos los ingleses. No lo queríamos, por ello, como dice David Selvas, la versión es mediterránea porque los personajes se tocan, se besan€ Esta cercanía hace que el público empatice más.

¿Qué es lo que más le divierte de esta desenfadada versión de la obra de Oscar Wilde?

Además de la compañía, lo bonito de mi personaje es que arranca muy ligero pero después acaba siendo un drama. Mi drama es la comedia del espectador. Es lo que les hace gracia. Como actor, el compromiso es muy alto pero es muy gratificante ver cómo todo el engranaje funciona perfectamente. Es un placer.

Es uno de los retratos más ácidos y divertidos de la hipocresía social. Teniendo en cuenta que en las redes sociales hay una fuente inacabable de gente que ha creado una imagen que no corresponde con la realidad, ¿el texto de Oscar Wilde es de lo más actual?

¡Eso es! Es un texto de finales de 1800 pero es rabiosamente actual porque a parte de hablar de la hipocresía de la época, en realidad, también habla de temas universales: el amor, la ambición y, sobre todo, las dobles vidas. Eso, al fin y al cabo en las redes sociales está al orden del día porque aparentamos quienes no somos y solo compartimos las cosas buenas.

¿La comedia es su terreno?

Trato de desenvolverme bien en todo lo que me llega: sea comedia o sea drama porque lo defiendo desde el mismo lugar. Trato de no juzgar el personaje que me llega e intento entenderle. Los defiendo con el mismo compromiso. En este caso, al ser comedia es muy gratificante. Si realmente es un drama para mi personaje puede resultar muy cómico para el espectador. Esta es la idea.

Hoy arranca el Festival de Málaga, donde se estrena el corto What is love

El pistoletazo de salida del corto es Málaga. Es un proyecto en el que me he dejado el alma porque me he metido de productor ejecutivo. Es la primera vez que me embarco en algo así. Tenemos mucha fe y muchas ganas. Es un plano secuencia de 20 minutos, es una barbaridad hacer esto en cine. Es una historia de pareja mano a mano con Verónica Echegui que firma Paco Caballero. Este trabajo va un poco más allá de lo que acostumbra a contar Paco, que cuenta historias de pareja siempre con cierta ligereza con un tono muy cómico. What is love arranca así pero termina en el pozo. Puede ser un corto que dé que hablar, sobre todo, desde el lugar que la gente puede conectar en cosas muy buenas pero también en cosas más turbias.

¿Qué época vive el corto español?

Vive un momento bastante dulce. Además de haber muchos certámenes y de mucha calidad tanto a nivel nacional e internacional, en España hay la voluntad de que sea un formato al que se le dé de cada vez más presencia, básicamente, porque es la cuna de gente con mucho talento y la cuna de proyectos que luego pueden convertirse en un largo como Madre de Rodrigo Sorogoyen. Es un formato que me encanta, llevo haciendo cortos toda la vida porque es un formato que me enamora.

¿Tener más accesibilidad a los cortos es uno de los retos del formato?

Lo más práctico para el espectador es que se lo metan en casa. Hay algunas plataformas que lo están tratando de hacer pero es complicado. El primer paso es que los certámenes traten de poner facilidades y, en esta era de consumir lo que es breve, se hagan pases por ejemplo de tres cortos de 20 minutos. La efervescencia del formato puede ser uno de los valores en alza del cortometraje, eso permitirá que a la larga la gente consuma más corto de lo que nos imaginamos. De hecho, hay mucho corto colgado en internet y festivales de cortos que dan una dimensión a este formato que hace diez años era impensable.

En febrero se estrenó Perdiendo el este, la secuela de Perdiendo el estePerdiendo en norte

Fue la primera película a nivel estatal. Fue el salto a nivel estatal en la que el gran público podía saber quién era. Perdiendo el norte, Barcelona nit d'estiu y Doble Check fueron mis tres trabajos que la gente pudo ver más a nivel mediático. Fue un pistoletazo de salida. Había directores y directoras de casting que no me tenían en cuenta y a partir de ahí me empezaron a ver.

¿Teatro o cine? ¿Puede elegir?

¡Es cómo escoger entre papá y mamá! Soy incapaz. El equilibrio perfecto es mezclar audiovisual y teatro y tengo la fortuna de poder compaginarlo.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, ¿qué le gustaría culturalmente hablando que se metiera en la agenda política?

Me gustaría que no todo fueran promesas que luego cayeran en un saco roto. Costó mucho que se bajara el IVA cultural y no sé hasta qué punto la gente lo puede notar en taquilla pero lo que pediría son facilidades para el sector del cine, del teatro, para hacer la cultura cercana al espectador... Es la clave. Es muy difícil llegar al espectador y se necesitan medidas que ayuden a acercar la cultura al espectador, que es primordial.

¿Qué proyectos tiene entre manos?

Empiezo a rodar una película en abril pero me tienen prohibido decir nada. Acabo de terminar Brigada Costa del Sol rodada entre Madrid y Torremolinos sobre la entrada de la droga del sur de España en los 70 que se estrenará en breve en Telecinco o igual Netflix porque es una coproducción. Es una serie policíaca de trece capítulos que tengo muchas ganas que se vea.