P ¿Cómo resulta trabajar con Gabriel Olivares?

R He trabajado en dos obras con él, una en 2011 y ahora con Burundanga. Me parece que es un director excepcional ya que en cada jornada no se prepara absolutamente nada. Prefiere dejarse llevar por la intuición y por lo que ocurra en ese momento. Esa combinación me encanta y por eso mi experiencia ha sido muy satisfactoria.

P ¿Trabaja igual en teatro que en el cine

R El teatro es un oficio y el cine en el fondo es hacer realismo puro. Puedes susurrar, no hace falta que seas tan expresivo porque estás ante una cámara que lo amplifica todo. El cine es una maravilla pero el teatro te permite crear una ficción muy cercana al instante. Cuando estás encima del escenario y escuchas que la gente se ríe te entra un chute que no se puede explicar. Por eso se lo recomiendo a todo el mundo, es una gran experiencia tanto para el actor como para el espectador. Es un arte en el que inconscientemente te empiezas a sentir cómodo con un público con el que se crea una complicidad. Me gustaría proponer a los poderes culturales que apuesten porque la gente vaya alguna vez al teatro para que pueda vivir esta experiencia.

P ¿Qué opina de los partidos de ultraderecha como Vox?

R Precisamente estoy leyendo un libro que se llama Sapiens que trata sobre la desaparición de los neardentales. Simplemente te diré que creo que no se han extinguido aún.

P ¿Qué cualidades necesita un buen dramaturgo que escribe, produce e interpreta sus propias obras?

R Yo no creo que deba tener cualidades, lo que debe tener son necesidades y recursos para resolver esas necesidades. El teatro al final cubre una necesidad de expresar e interpretar papeles llevándolos a tu manera de ser. Más que cualidades son ganas de querer hacer algo.

P ¿Cuál es la clave de la comedia?

R No existe una sola fórmula para escribir comedia, aunque lo importante realmente es el tempo. No es como en el drama en el que puedes tener diferentes puntuaciones con una mejor o peor estructura; en la comedia o aciertas y das en la diana o nada. El problema surge cuando no hay contestación por parte del público, aunque es verdad que también hay tipos de chistes, unos te dan risa y los otros te hacen gracia. Es decir algunos te hacen reflexionar y con otros acabas desternillándote que es básicamente lo que tenemos en Burundanga.

P ¿Cuál cree ha sido su gran papel teatral?

R No te sabría decir pero creo que si tuviera que elegir una sería la obra teatral Entiéndeme tu a mí que la escribí en el año 1999. En esta hago el papel de cinco personajes y creo que por eso me gusta tanto. Aunque también disfruté muchísimo cuando estuve con Antonio Mercero protagonizando su obra monologuista, Los cojos no trotan. Lamenté mucho su fallecimiento.

P ¿Cómo ha sido la relación con los otros intérpretes de la obra?

R Como actores son maravillosos. César Camino es delirante, ya pude comprobar que era fuego puro cuando trabajé con él en Entiéndeme tú a mi; Rebeka Brik es un descubrimiento y realiza un excelente trabajo; Adriana Bruguera es espectacular y la verdad es que te ríes muchísimo con ella. Y Bar Santana, que salió en Física y Química, tiene un trabajo muy fino y delicado. La verdad es que me encantan y como personas son encantadoras. Espero que la gente venga a la obra para que puedan disfrutar tanto como yo lo he hecho.