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Donovan y Graves, abrazo poético

Medio centenar de privilegiados espectadores disfrutaron en Deià de un concierto íntimo y cercano marcado por sus éxitos

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Ante la cómplice mirada de Robert Graves, cuya imagen cuelga de numerosos cuadros expuestos en la casa museo que lleva su nombre en Deià, Donovan impartió ayer una clase magistral de humildad, desnudez y poesía. Poco más de 50 personas, la mayoría extranjeros, se entregaron a un repertorio armado principalmente de sus temas más conocidos. Una fiesta musical y poética que también se extendió a otros autores, como el irlandés William Butler Yeats.

En una tarde muy británica, en la que el sol no lució en ningún momento, los invitados fueron llegando por goteo a los jardines de Ca n'Alluny. Los hijos de Graves, William y Tomas, recibieron con champán a los seguidores de Donovan, entre ellos un joven venido de Irlanda, Even, sin entrada y con una guitarra con imagen de Donovan incluida.

El mismo cantautor se encargó de explicar la historia de este beatnik del siglo XXI a los allí presentes antes del concierto, en un ambiente distendido. No sería el único caso de devoción ante la leyenda, como pudo comprobarse a lo largo del concierto con algunos espectadores casi en estado de trance. A diferencia de otras estrellas del firmamento pop, Donovan regaló abrazos y sonrisas, estrechó manos y se dejó fotografiar antes, durante y después del recital.

Después de saludar uno por uno a casi todos los allí presentes, accedió al pequeño y coqueto escenario para ejecutar un cuidado programa que inició con dos de sus canciones más emblemáticas, Catch the wind y Colours, en un ejercicio de revisión sin llegar al barroquismo de su coetáneo Dylan. Catch the wind volvería a ser reinterpretada minutos más tarde en versión estándar con uno de los anfitriones de la velada, el también músico Tomàs Graves, durante años al frente de la Pa amb Oli Band.

La comunión entre artista y auditorio surgió desde el primer acorde: improvisó coros con el público, confesó algunos episodios de su vida y demostró una conexión casi mística con Robert Graves. El cierre de un recital que incluyó títulos como Jennifer Juniper, Sunshine Superman, There is a Mountain o Lalena, llegó con Mellow Yellow y Atlantis.

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