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Entrevista

Jaume Carrió: "Aunque tengamos un Goya, cuando cruzamos el mar no somos nadie"

"'Hostal Orión' es un cortometraje arriesgado, costará mucho convencer al público", asegura el director

El director de cine Jaume Carrió. clàudia darder

El director de cine Jaume Carrió (Esporles, 1983) se adelanta a cualquier pregunta y apunta que su nuevo producto audiovisual, el cortometraje Hostal Orión, que se estrenará en el marco del Evolution Film Festival el próximo 27 de octubre, deja al espectador con más preguntas que respuestas. Sin embargo, a él no le preocupa, pues más que una historia, busca que en su cine sean las "sensaciones" las protagonistas. Puede ser que, por eso mismo, comente que "hasta que no está acabado no lo conozco, aunque esto contradiga que al final siempre acabo haciendo exactamente la película".

P ¿Qué puede contar de 'Hostal Orión'?

R Dentro de nuestra carrera, responde a la voluntad de volver al género de ficción después de trabajar con la animación en Woody&Woody. Hostal Orión conecta con el universo de los primeros cortos que dirigí, Caragol Treu Banya y Chat vol dir moix. Pese al éxito de Woody&Woody, teníamos la voluntad de no repetir la fórmula. Podríamos decir que este último proyecto es una historia que refleja la Mallorca que no vemos, la de los interiores. Es una película que pretende hablar de la idiosincrasia mallorquina huyendo de todos los tópicos posibles, encerrando los personajes en un espacio muy limitado. En la película te quedas con la duda de saber qué es exactamente lo que se quiere contar aquí. Esto es algo que no gustará a todo el mundo. A la gente le sorprende que siempre hable de hacer películas sobre Mallorca y que nunca se vea Mallorca. Lo entiendo, porque en cierto modo parece que me estoy riendo de ellos. Pero es que Mallorca también es lo que pasa detrás de las paredes, las personas, no solo los paisajes que la caracterizan.

P ¿Cómo ha sido volver a rodar con personas de carne y hueso?

R El proceso de crear ficción es muy diferente al de la animación, pero es donde yo me siento más cómodo. Hacer Woody&Woody fue, para mí, más fácil. En la ficción es imprescindible que todo salga bien durante el rodaje, en cambio en la animación hay más margen para decidir cosas a posteriori, y eso hace que el contrarreloj se resuma a tres días y no a un proceso de unos cuantos años. Lo que se crea en un rodaje a nivel de interacción con otros profesionales es un juego de equilibrios, porque hay que respetar los egos de los diferentes artistas profesionales, es un juego de estrategia. Tienes que conseguir sacar adelante tu visión respetando las visiones individuales de los jefes de los otros departamentos.

P Los protagonistas son Marc Joy y Patricia Monzón. ¿Cómo llegó a ellos?

R No ha existido un casting abierto para Hostal Orión, sino que los actores han sido seleccionados por sus características físicas para encajar con los personajes. Hay una historia detrás de la selección de ambos. Mientras Laura [Gost] y yo escribíamos el guión fuimos a ver la película En Acabar, rodada en la isla. Su protagonista era Marc Joy. Así lo descubrimos. Nos interesamos por él y le contactamos. Por otra parte, Patricia Monzón, en su currículum, tiene puesto que desde hace unos cuantos años realiza clases de teatro para personas invidentes, algo que nos llamó la atención porque Hostal Orión está protagonizada por un hombre ciego. Quedé con ella para conocerla pensando que podría aportar mucho al proyecto. Más lo pensé cuando me contó que su madre es ciega. Consiederé que sería fantástico tener en el equipo alguien que viviera con esta situación de una manera tan cercana.

P Cuenta con un equipo de profesionales íntegramente mallorquín.

R Sí. A mí me gusta pensar que no hago cortometrajes con mis amigos. Lo que pasa es que tengo la suerte de que mis amigos son los mejores profesionales de cada uno de los departamentos que necesitamos para realizar un proyecto. Teniendo en cuenta que aquí en la isla hay gente muy válida, ¿Qué necesidad tengo yo de ir a buscar gente fuera? Cuando uno quiere realizar un proyecto, muchas veces, se activa inevitablemente el chip de querer convertir la película en un producto comercial para conseguir que tenga éxito y se vea mucho. Esto empieza por contar con caras conocidas a nivel nacional. A mí nunca me ha condicionado estos reclamos comerciales porque no quiero que cambie la naturaleza de mi proyecto. Si hago cortos es para poder tener la libertad absoluta en todos los sentidos. Si hiciera un producto más grande se escaparía de mis manos el control creativo.

P Con 'Woody&Woody' se llevaron un Goya. ¿Se siente presionado?

R Viniendo justo después del Goya, hay cierta expectativa. Pero estas expectativas y esta presión creo que la tienen más los espectadores que yo. Estoy tranquilo porque he hecho la película que quería. No es necesario hacer las cosas para tener éxito. En un acto creativo es más importante sentirse realizado para tener la motivación suficiente para seguir. No entiendo a la gente que alimenta su motivación con los premios. Justo antes de Woody&Woody yo siempre decía que era un director sin premio. La verdad es que es curioso que seas un director sin premios y recojas un Goya. Nunca he hecho un corto tan exitoso como Woody&Woody, pero tengo que intentar defender un producto que no acaba de encajar en ningún sitio. Hay que entender que Hostal Orión es un tipo de película de nicho, tiene un público concreto, no es para un público masivo. No sera fácil convencer a todo el mundo. Es un corto arriesgado.

P ¿El premio ha incidido, de alguna manera, en la realización de este cortometraje?

R Hostal Orión se filmó un mes y medio después de recoger el Goya por Woody&Woody y creo que si hubiéramos esperado más quizá no lo habríamos hecho. He conseguido que no me afectara la presión, pero me ha ayudado el hecho de tenerlo todo planeado desde antes de saber que Woody&Woody iría tan bien. Me siento orgulloso de que esta película exista tal y como la imaginé.

P Se estrenará el próximo 27, en casa, en el Evolution Film Festival.

R Hay una creencia de que los cortos, para tener una buena carrera, tienen que empezar en un festival grande, pero con Woody&Woody no fue necesario. Me hace especial ilusión estrenar Hostal Orión en el festival más importante y competitivo de la isla. También está el Atlántida, que es muy buen festival pero no es competitivo. Después iremos al Festival de Cine de Zaragoza, donde se han presentado más de 2.000 cortos. Haber conseguido que Hostal Orión entre allí es un éxito brutal. Me da igual lo que pase después. Sé que es un corto que no tiene reclamo suficiente para que a alguien le pueda interesar.

P Pero su nombre sigue teniendo un Goya.

R Eso da igual. Estamos muy desligados de la industria de allí. Trabajar en la industria audiovisual desde la isla no es más fácil, lo que pasa es que a mí me gusta estar en casa. Y lo quiero intentar. De hecho, es más difícil, porque las conexiones profesionales son más limitadas. Aquí hay un reconocimiento que agradezco muchísimo, pero cuando cruzamos el mar no somos nadie. Falta más carrera y más reconocimiento para ser algo. Eso no quiere decir que por escrito el hecho de haber ganado un Goya no sirva. Evidentemente, sí que servirá.

P A punto de estrenar 'Hostal Orión', ¿ya piensa en un próximo proyecto?

R No hay próximo proyecto. Laura tiene mucha facilidad para crear e inventar muchas cosas a la vez, pero mi cerebro es más limitado y voy proyecto tras proyecto. Nunca en mi vida he ido por el mundo y he tenido una idea que haya pensado que es suficientemente buena como para que se parase el mundo en ese momento y ponerla en marcha. Soy mucho más pragmático. Quizás ahora se abrirá la posibilidad de trabajar en un nuevo proyecto y lo sacaremos adelante, cueste lo que cueste. Pero no hay ideas. Soy una persona que no me creo que yo tenga una idea que sea mejor que las de los demás, no tengo nada para contar que no se haya contado ya, mi esfuerzo se concentra siempre en contarlo de manera diferente. Estamos hablando de un siglo y poco de historia del cine, un siglo muy productivo, se han contado muchísimas historias. ¿De repente vendré yo a contar algo que no se haya contado? No me lo creo. Ya se ha contado, lo que no quiere decir que lo hayamos visto. Se hacen muchas cosas que no llegamos a ver. Yo me esforzaré en contar la misma historia con mi propia visión, de una manera muy personal.

P Esta vez, Laura Gost y usted comparten la autoría del guión. ¿Cómo empezó todo?

Laura Gost

R Estábamos cenando y simplemente le dije que me gustaría volver al universo anterior, el de la ficción, y que no dejaba de pensar en alguien que escuchaba detrás de las paredes. A partir de esta idea tan sencilla, Laura, que tiene mucho más talento que yo a la hora de construir historias, empezó a decirme: '¿Y qué tal si esta persona es ciega y así tienes una excusa para hacer que solo utilice el oido?' Esto me gustó porque se ajustaba mucho al tipo de sensaciones que yo quería transmitir, porque mi pensamiento es mucho más abstracto y pienso en sensaciones y cosas que se pueden transmitir a través de imágenes y sonidos, no tanto con la palabra. Más que historias, las ideas que tengo son un compendio de sensaciones. Algo que no me parece malo. Uno tiene que decidir si hace el cine que refleja la realidad o que documenta la realidad. A mí me apetece construir universos con una personalidad única.

P Laura Gost y usted parecen ser un tándem artístico-creativo que no puede fallar.

Laura Gost

R A día de hoy, me cuesta mucho pensar que un día tendré que prescindir de Laura en estas aventuras, porque aporta muchísimo a todo lo que hemos hecho. Es una pieza imprescindible de Hostal Orión. Y es garantía de calidad. No ha habido nada que hayamos tenido que hacer que no haya hecho de manera brillante.

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