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Una retrospectiva recuerda a los Bradbury

La Galería Sa Tafona del Hotel La Residencia ofrece una muestra de pinturas del matrimonio formado por Dorothy y Robert

Pintura de Dorothy Bradbury.

Desde ayer (19 horas) y hasta el 31 de octubre podrá verse en Deià una exposición antológica de obras del matrimonio Robert y Dorothy Bradbury que residieron en el pueblo mallorquín desde 1955 hasta su muerte. Deià fue para los Bradbury la culminación de una bella historia de amor que empezó siendo estudiantes en la Escuela de Artes de San Francisco y culminó cuando llegaron a Mallorca instalándose en Deià, después del nacimiento de su única hija, Suzanne, hoy una prestigiosa pianista, mallorquina de adopción.

Dorothy provenía de una familia californiana de clase alta, mientras que Bob se buscaba la vida por todo el país durante la Gran Depresión. En Deià, el matrimonio encontró un escenario único para el desarrollo de su trabajo como artistas. La belleza de la montaña, las calles estrechas, el acceso al mar, la costa llena de pinos, todo ello se convirtió en su paraíso particular. Tanto Bob como Dorothy vivieron siempre como artistas que fueron. Dorothy murió con 67 años en 1980, pero Bob continuó pintando al aire libre hasta poco antes de su muerte en 2011, a los 98 años.

Inspirados inicialmente por Van Gogh, Gauguin, Matisse y el mallorquín Fuster Valiente, ambos artistas lograron trascender sus influencias tempranas: Dorothy plasmó la relación entre el principio femenino y la geografía de Deià utilizando una técnica extraordinaria de su propia invención situada en la frontera entre el grabado y el monotipo. Experimentó continuamente con el paisaje, especialmente el mar, las rocas de la costa Norte, así como la vegetación, las construcciones y la figura humana. Bob, mientras tanto, desarrolló, a través de la cerámica, tapices y la pintura no figurativa, una síntesis entre la pureza del arte islámico y los conceptos de diseño natural de Cézanne. Ambos pero se sirvieron de la gente, de los campos, de los olivos, del mar, de las montañas y de las casas del pueblo que les acogió como lugar de residencia.

Parte de esa obra artística es la que se podrá contemplar a partir de hoy mismo en La Residencia cuando, con la presencia de su hija Susanne, se abra al público ese recorrido antológico.

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