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Entrevista

Diego Ingold: "En la pintura y la interpretación busco ser feliz, algo poco valorado en este país"

"En esta exposición exhibiré retratos de gente sin nombre ni apellidos a quien no me importaría conocer", adelanta

Diego Ingold: "En la pintura y la interpretación busco ser feliz, algo poco valorado en este país"

P ¿Qué tiene de novedoso Altre maldita expo

R El color. Hace tiempo que soy monocromático y me apetecía mucho. Dibujo gente sin preocuparme tanto de las historias. Normalmente trabajo mucho como en viñetas, contando una historia muy concreta, en una sola imagen. Lo que mostraré son retratos, caras y rostros de gente que el público no reconocerá, gente sin nombre ni apellidos a quien no me importaría conocer.

P ¿Qué fue antes la pintura o la interpretación?

R La pintura. Mi padre es artista plástico y en mi casa siempre se ha pintado. En el colegio nos coartan diciéndonos que lo que pintamos es una mierda y eso hace que dejemos de pintar. Hay que representar lo que a uno le apetece.

P ¿Qué busca en la pintura?

R Divertirme. Ser feliz está muy poco valorado en este país. Solo trabajo en lo que me apetece, y eso inicialmente es un riesgo: o serás pobre o te prostituirás para que guste a la gente lo que haces. Si encuentras un equilibro entre las dos cosas es maravilloso. En la pintura, y también en la interpretación, busco contar historias, volcar todo lo que tengo dentro.

P En Fira B! se podrá ver uno de sus nuevos trabajos, ( Pariéntesis

R La obra se estrenó en Barcelona hace medio año. Es el primer proyecto en el que estamos solos mi hermana [Clara Ingold] y yo, y es un historia totalmente improvisada en la que el público propone anécdotas familiares en las que mi hermana, a nivel musical, y yo en el interpretativo, las llevamos a cabo, justificamos lo que nos proponen creando situaciones familiares nuevas. Se trata de formar una gran familia con el público.

P ¿Dónde vive actualmente?

R A salto de mata, y son muchas las matas. Al dedicarme a temas de arte dramático, impartir clases y ofrecer muchas funciones, pues siempre estoy de aquí para allá. Desde hace un año me he instalado en Madrid, con mi hermana. Siempre me ha apetecido vivir en Palma, lo que pasa es que cada vez que sales fuera aprendes más en un fin de semana que en años en la isla. También es cierto que cualquier función o exposición que haga en Palma se llena y fuera es muy difícil, así que Palma es muy agradecida para mi trabajo. Salir fuera es como un abismo, al tener que volver a luchar por el público, pues no me conoce, lo que te lleva a arriesgar más, algo con lo que aprendes.

Tres de los retratos que Diego Ingold (arriba) presentará en Xocolat mañana viernes. A SANCHO

P ¿Sigue al frente de su escuela de teatro?

R Ya no, desde que vivo en Madrid. Formaba parte de Trampa Teatre pero me he desvinculado. Tengo muchas ganas de arrancar otros proyectos que me representen un poquito más. Quiero tirar más por libre, buscar la manera de seguir creciendo y ser feliz con lo que hago antes de transformarlo únicamente en una fuente de ingresos o un negocio. Cuando una empresa se hace muy grande te limita mucho. Ya no estoy al frente ni de la escuela ni de ninguna compañía. Me dedico a montar lo que me apetece sin ningún compromiso. Prefiero estar de mercenario dando clases en escuelas ajenas.

P ¿Qué lección no olvida de Trampa Teatre?

R Ahí aprendí a improvisar. Fueron cinco años en los que aprendí mogollón de cosas, ¡y cómo nos reímos! Hicimos más de 900 funciones, un bagaje muy bestia.

P ¿Qué descubrió en Noctem

R Me divertí mucho con esa película, mi primer largometraje. El mes que viene rodaré otra película de terror, en clave de comedia, con un director británico residente en Mallorca, Douglas Thompson, un filme sobre el miedo a los turistas, una cinta que llega en un momento clave, ya que vivimos una crispación muy alta hacia el turismo. Me ilusiona que sea un director extranjero el que vaya a trabajar este tema.

P En Mallorca aún resuenan los aplausos para #Comviure

R Fullana es un director ejemplar, además de un gran amigo. Tras haber dirigido varias obras con él y con Lluki Portas, de la compañía Hermanos Picohueso, ahora yo dirigiré un Hamlet con tres mujeres protagonistas en clave de humor y muy gestual, con muy poco texto.

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