Un poco más y ni nos enteramos de las intenciones de celebrar una feria de arte contemporáneo en el Palacio de Congresos de Palma. Posiblemente, la segunda que iba a darse de bruces después del experimento de Art Cologne en el aeropuerto de Ciutat. La cosa se ve que iba tan en serio que se editaron hasta unos folletos informativos de Art Mallorca, The Mediterranean International Selection ArtFair, el nombre oficial del evento. En el tríptico (turístico hasta decir basta, con una enorme imagen de la Catedral) aparecen hasta las fechas, del 20 al 23 de septiembre de 2018, coincidiendo con la venidera Nit de l´Art, citándola expresamente como reclamo. El precio de los expositores ascendía a 340 euros por metro cuadrado. La organización proviene al parecer de Basilea (Suiza) y por cosas ¿del destino? no ha podido celebrarse este año, aunque las intenciones de sus promotores es que eche andar en 2019. ¿Habrá un debate abierto sobre esta cuestión? ¿Por qué el tema no se había hecho público? ¿Tendrán algo que decir las instituciones y el resto de agentes del sistema artístico llegado el momento? A estas alturas, supongo que no es necesario hacer una disertación sobre la proliferación de este tipo de eventos y de lo poco que tienen que ver, en general, con la cultura. Sobre todo, si presentan enfoques tan turísticos y poco ligados al contexto local.
Repasando el tema de Gesa, a una le hacen caer en la cuenta de que los muebles del edificio protegido retornado a Endesa por parte del Ayuntamiento están en las oficinas de Can Balaguer. Si todavía continúan en el Casal, ¿tendrán que ser también devueltos a la eléctrica? Se trata de un conjunto de mesas y estanterías diseñadas por el arquitecto José Ferragut. Endesa comunicó que su reclamación era recuperar la posesión integral de Gesa "en los términos y condiciones anteriores al momento en que el Ayuntamiento se adjudicó la propiedad del edificio". ¿A quién pertenecen los muebles?
