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A Tiro

El abandono y engaño de Gesa

El abandono y engaño de Gesa

Imprudencia. Vender humo. Improvisar. Precipitación. Jugar con las expectativas de la gente. Hacer perder el valiosísimo tiempo a los demás para ganar el suyo propio. Oportunismo. Negligencia política. Incompetencia. Que Gesa fuera un edificio de titularidad municipal nunca fue algo en firme, cien por cien asegurado, visto el cruce de denuncias y recursos interpuestos por las empresas interesadas en la fachada marítima y el propio Ayuntamiento. No sé si por iniciativa personal del alcalde Antoni Noguera o mal asesorado, éste anunció a bombo y platillo siendo concejal de Urbanismo y con visita pública al espacio incluida, que el edificio de José Ferragut se convertiría en un gran centro de creación artística. Un fueguecito artificial que ya estaba incluido en el programa electoral de Més per Palma del año 2011. Un proyecto que no iba a poder salir adelante en el tiempo y en la forma prometidos por una acumulación de motivos que el equipo de gobierno debía conocer o por lo menos intuir. Si es así, es muy cabreante. Si no, si en realidad no fueron capaces de ver los interminables procesos judiciales que se abrían, las compensaciones millonarias que iban a ser exigidas y la degradación sin freno e inasumible del inmueble, aún es para preocuparse más.

En octubre de 2016, ya sucedió algo extraño que avanzaba que algo estaba pasando: llegó un cambio de planes y empezó a hablarse en la prensa de la antigua cárcel de Palma y su posible uso sociocultural. En las primeras noticias publicadas, nada se decía de que se postulaba como el centro de creación prometido por Noguera. Fuimos lentos: deberíamos haberlo sospechado. De centro artístico autogestionado, empezó a hacerse hincapié en Gesa como un vivero para empresas tecnológicas. Iniciativa privada. Un distrito para las industrias culturales (coincide en fechas cuando el Govern empezó a hablar de la creación del Institut d´Indústries Culturals). Y sólo cinco meses después, llegaba el varapalo judicial: la sentencia del Tribunal Superior de Justicia por la que se suspendía la modificación del Plan General de 2008 y por la que Cort iba a perder la propiedad del edificio, ahora en manos de Endesa.

Desde el Ayuntamiento ya se han puesto en marcha y aseguran que lo sucedido ahora con la eléctrica es algo temporal y que todo se solucionará. Compran más tiempo. Y consumen nuestra energía. Mientras, la canción de Antònia Font va ganando puntos para convertirse en un clásico imperecedero: S'edifici de Gesa se desmorona i cauen reflexos damunt s'arena de vidres daurats, faraones obres de temps passats.

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