La arquitectura pensada, hecha o levantada en Mallorca está en el centro de las miradas. Los proyectos de cuatro despachos baleares han sido seleccionados o son directamente finalistas de los Premios FAD, los galardones más importantes de arquitectura e interiorismo de España y Portugal, y por extensión unos de los más relevantes de Europa.
Este año, la presencia balear en la selección es especialmente significativa porque acumula récord de nominaciones. En concreto, el despacho que ha despertado mayor interés es el de Jaume Mayol e Irene Pérez, Ted'A Arquitectes. Uno de los trabajos que más expectativas ha despertado es su escuela suiza, levantada en Orsonnes, cerca de Lausanne. Con su nominación y la de otros dos despachos, con arquitectos nacidos en torno a mediados de los 70, se constata un cambio generacional en esta disciplina. "Creo que tenemos un carácter parecido porque subrayamos lo local, las particularidades del lugar, en nuestros proyectos", sostiene Mayol, quien también observa la influencia de Utzon en toda esta hornada de profesionales mallorquines que ronda los 40 años. Ted'A Arquitectes también es finalista por la rehabilitación de una casa de Can Picafort y está seleccionado por su trabajo en Ca na Laia i en Biel, en la calle Santa Àgata de Barcelona.
Carles Oliver es otro de los arquitectos de la isla en el punto de mira por su buen hacer. Sus viviendas proyectadas en Formentera promovidas por el IBAVI son finalistas de estos galardones que se entregarán el próximo 7 de junio en el Disseny Hub Barcelona. Para ellas propuso el uso de posidonia para el aislamiento. Oliver también está seleccionado por la rehabilitación low cost de una vivienda situada en la calle Sant Miquel de Palma. Entre los finalistas, cabe destacar también a dos tótems de la generación anterior: el ibicenco Elías Torres por la rehabilitación de la primera obra de Gaudí, la casa Vicens (en el barrio de Gràcia de Barcelona), y a Josep Quetglas por el ensayo Breviario de Ronchamp En los seleccionados, falta mencionar la casa de la calle Bellpuig de Palma de Aina Salvà y Alberto Sánchez y el Palacio de Congresos de Patxi Mangado.
Por último, en los Delta, a Huguet Mallorca por las colecciones de baldosas de Lluís Clotet y Alfredo Häberli.
